El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su inquietud respecto a la situación actual del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en particular en relación con el caso de la fontanera Leire Díez. En sus declaraciones, García-Page ha calificado este momento como uno de los más delicados para el partido, señalando que la situación podría ser más grave de lo que se ha revelado hasta ahora. «A mí me preocupa lo que conozco, pero mucho más lo que intuyo que queda por conocer», afirmó, sugiriendo que hay un «pozo sin fondo» de información que aún no ha salido a la luz.
La preocupación de García-Page se centra en la posibilidad de que existan mensajes y documentos que podrían tener un sesgo delictivo, lo que ha llevado a la Guardia Civil a preparar informes a instancias de los jueces. En particular, el dirigente socialista ha mencionado el caso de Santos Cerdán, quien se ha visto implicado en este escándalo. La falta de claridad y transparencia en la respuesta del partido ha generado incertidumbre y sospechas entre los militantes y la ciudadanía.
### La Necesidad de Transparencia en el PSOE
García-Page ha insistido en que el PSOE debe ofrecer explicaciones claras sobre la situación de Leire Díez y tomar medidas adecuadas para abordar las preocupaciones que han surgido. «No querellarse no presupone una complicidad, pero es evidente que no tomar medidas contribuye a generar incertidumbre y a levantar sospechas», comentó en una reciente entrevista. Esta falta de acción podría tener repercusiones negativas en la percepción pública del partido, que ya enfrenta desafíos significativos en su reputación.
El presidente de Castilla-La Mancha también ha criticado la actitud del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien no ha renunciado a su cargo a pesar de estar imputado. García-Page argumenta que, al estar al frente de las instituciones, es fundamental cuidar la reputación de las mismas, lo que se ve comprometido en situaciones de este tipo. La falta de acción por parte de figuras clave en el partido podría interpretarse como una falta de compromiso con la ética y la transparencia.
En el contexto político actual, García-Page ha señalado que la solución a la crisis del PSOE debe venir a través del voto, ya que la legislatura se sostiene en una situación precaria. Sin embargo, ha advertido que el margen de maniobra del Gobierno es cada vez más limitado, especialmente en un entorno donde las acusaciones y los mensajes negativos pueden surgir en cualquier momento. «¿Cómo lo haces cuando sabes que los 55 días de precampaña que marca la ley van a estar trufados de vídeos, mensajes o acusaciones?», cuestionó.
### La Influencia de Puigdemont y la Reacción del Gobierno
García-Page también ha abordado la situación del expresidente catalán Carles Puigdemont, quien, según él, está sometiendo al Gobierno a un «chantaje». El presidente ha expresado su preocupación por el hecho de que, cuando el Tribunal Constitucional dé su visto bueno a la amnistía, Puigdemont podría desentenderse del Gobierno, lo que complicaría aún más la situación política en España.
En su discurso durante la celebración del Día de la Región, García-Page ha enfatizado la importancia de no mercadear con los derechos y los servicios públicos. Ha defendido que la riqueza generada en los territorios pertenece a todos los ciudadanos y no debe ser vista como un privilegio de las comunidades autónomas. «Defiendo como en la Renta, el que más tiene más paga», ha afirmado, subrayando la necesidad de una distribución equitativa de los recursos.
El presidente ha manifestado su confianza en que la Constitución sigue siendo un pilar fundamental para la cohesión y la unidad del país, a pesar de las crisis políticas y sociales que ha enfrentado. «La Constitución ha pasado todas las crisis posibles, económicas, sociales y políticas, y tengo la impresión de que está más viva que nunca», concluyó.
García-Page se ha posicionado como un defensor de la autonomía y la solidaridad entre los españoles, rechazando cualquier intento de privilegio que pueda surgir en el contexto de la política actual. Su postura refleja una preocupación por el futuro del PSOE y la necesidad de abordar de manera efectiva los desafíos que enfrenta el partido en un entorno político cada vez más complejo.