La reciente edición de Eurovisión 2025 ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva, no solo por la calidad de las actuaciones, sino también por el trasfondo político que ha rodeado al evento. Celebrado el 17 de mayo en Basilea, Suiza, el festival se convirtió en un escenario de tensiones geopolíticas, donde la música y la política se entrelazaron de manera ineludible. La representación de Israel, encabezada por Yuval Raphael, se alzó como la favorita del televoto español, generando un debate intenso sobre la influencia de la política en un evento que debería ser puramente artístico.
La controversia comenzó mucho antes de que se encendieran las luces del escenario. Con más de 50,000 muertes en Gaza en los últimos dos años y medio de conflicto, la participación de Israel en Eurovisión ha suscitado críticas y protestas. A pesar de este contexto, el público español otorgó 12 puntos a Yuval Raphael, quien interpretó «New day will rise», consolidando la tendencia de apoyo hacia Israel que se había observado en ediciones anteriores. Este fenómeno plantea preguntas sobre la naturaleza del televoto y su relación con la política internacional.
### El Televoto y sus Implicaciones
El televoto en Eurovisión permite a los espectadores votar hasta 20 veces por su artista favorito, lo que puede favorecer a los seguidores más apasionados. Este año, Israel se benefició enormemente de esta dinámica, acumulando un total de 297 puntos a través del televoto, lo que le permitió escalar posiciones en la clasificación general. Sin embargo, a pesar de su éxito en el televoto, Israel terminó en segundo lugar, ya que Austria, con una actuación que resonó más con el jurado, logró la victoria final.
La situación se complica aún más al considerar que el Gobierno israelí ha admitido haber invertido recursos significativos en campañas de promoción para influir en el voto internacional. Este tipo de estrategias plantea interrogantes sobre la equidad del concurso y la autenticidad del apoyo que reciben los artistas. La victoria de Austria, que se produjo en el último momento, fue un alivio para muchos que temían que Israel pudiera llevarse el primer puesto, lo que habría intensificado aún más las críticas hacia el festival.
### La Respuesta de RTVE y el Mensaje de Paz
En medio de esta controversia, RTVE, la televisión pública española, se vio atrapada entre la presión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y su deseo de expresar una postura sobre la situación en Gaza. Antes de la gala, RTVE emitió un mensaje pidiendo «paz y justicia para Palestina», lo que generó una respuesta mixta entre los espectadores. Mientras algunos aplaudieron la valentía de la emisora por abordar un tema tan delicado, otros criticaron la decisión de mezclar política con un evento de entretenimiento.
La UER, por su parte, advirtió a RTVE sobre la necesidad de evitar referencias a la guerra de Gaza durante la transmisión, lo que subraya la tensión entre la libertad de expresión y las expectativas de neutralidad en un evento que, en teoría, debería ser apolítico. Esta situación ha llevado a un debate más amplio sobre el papel de Eurovisión como plataforma para la expresión artística y política, y si es posible separar ambos aspectos en un contexto tan cargado emocionalmente.
La polémica en torno a Eurovisión 2025 no solo refleja las divisiones políticas actuales, sino que también pone de relieve la complejidad de un evento que ha sido históricamente un escaparate de diversidad cultural y artística. A medida que el festival continúa evolucionando, será interesante observar cómo se manejan estas tensiones en futuras ediciones y si se implementarán cambios en el formato del televoto o en las reglas de participación para abordar estas preocupaciones.
La combinación de música, cultura y política en Eurovisión 2025 ha dejado claro que, aunque el festival es una celebración de la diversidad, también es un reflejo de las realidades del mundo actual. La capacidad de los artistas para conectar con el público va más allá de la música, y en un contexto global cada vez más polarizado, la forma en que se perciben y se apoyan las candidaturas puede tener repercusiones significativas tanto en el escenario como en la vida real.