El 1 de enero de 2026 será una fecha clave para el sistema de pensiones en España, ya que se implementará un nuevo método de cálculo que podría afectar significativamente el importe de las pensiones de millones de trabajadores. Este cambio, que se enmarca dentro de una reforma más amplia del sistema de Seguridad Social, busca adaptarse a las realidades laborales actuales y ofrecer un enfoque más justo para aquellos con trayectorias laborales irregulares.
### Un Nuevo Método de Cálculo para las Pensiones
La reforma introducirá un sistema de cálculo conocido como «método dual», que permitirá a la Seguridad Social elegir automáticamente entre dos fórmulas para determinar la base reguladora de las pensiones. Esta base reguladora es el parámetro clave que define cuánto cobrará un jubilado cada mes. Hasta ahora, el cálculo se basaba en las cotizaciones de los últimos 25 años, divididas entre 350. Sin embargo, el nuevo modelo tomará como referencia los mejores 302 meses de cotización dentro de los últimos 304, lo que significa que se podrán descartar hasta dos años de malas cotizaciones o periodos de desempleo.
Este cambio es especialmente relevante para aquellos que han tenido carreras laborales discontinuas, trabajos temporales o ingresos variables. La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha afirmado que la reforma tiene un enfoque más justo y realista, adaptándose a las trayectorias laborales que no siempre son lineales ni estables. La implementación de este nuevo método no solo es técnica, sino que también tiene profundas implicaciones económicas y sociales.
### Beneficios y Desafíos del Nuevo Sistema
El nuevo sistema de cálculo beneficiará a los trabajadores con carreras laborales irregulares, ya que les permitirá obtener una pensión más alta al poder descartar periodos de baja cotización. Por otro lado, aquellos que han tenido una carrera laboral estable y bien remunerada en los últimos años podrían no notar grandes diferencias en el importe de su pensión.
Además, se establecerá una fase transitoria entre 2026 y 2037, durante la cual ambos sistemas coexistirán. Esto permitirá una adaptación gradual tanto para los trabajadores como para las empresas y la administración. No será hasta 2044 cuando el nuevo cálculo se consolide completamente.
Sin embargo, la reforma también traerá consigo otros cambios importantes. La edad ordinaria de jubilación seguirá aumentando, alcanzando los 66 años y 10 meses para aquellos que no cuenten con al menos 38 años y 3 meses cotizados. Asimismo, se incrementará la retención del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que pasará del 0,70% al 0,90%, lo que afectará las nóminas de trabajadores y empresas sin que esto incremente la pensión directa del trabajador.
### Preparándose para el Futuro
Con estos cambios a la vista, es crucial que los trabajadores revisen su vida laboral y sus cotizaciones lo antes posible. La Seguridad Social ha actualizado su herramienta de simulación online, permitiendo a los ciudadanos calcular su futura pensión con ambos métodos y determinar cuál les conviene más. Es recomendable que cada persona evalúe si le interesa trabajar un año más o aplazar su jubilación parcial, así como identificar posibles lagunas de cotización y cómo podrían afectarle.
La reforma no solo busca modernizar el sistema de pensiones, sino también adaptarse a un mercado laboral que ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. Con más de 9 millones de pensionistas en España, esta transformación es fundamental para garantizar la sostenibilidad del sistema y la equidad en el acceso a las pensiones.
En resumen, a partir de 2026, jubilarse no será simplemente una cuestión de alcanzar una edad determinada, sino que requerirá una planificación estratégica y un conocimiento profundo de cómo el nuevo sistema de cálculo puede afectar a cada individuo. La información y la preparación serán clave para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece esta reforma.