El senderismo ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente durante los meses de verano, cuando las personas buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza. Sin embargo, muchas de las rutas más conocidas se convierten en auténticas multitudes, lo que puede restar valor a la experiencia. Afortunadamente, España ofrece una variedad de senderos menos transitados que permiten disfrutar de la belleza natural sin la aglomeración de turistas. A continuación, se presentan siete rutas poco frecuentadas que prometen tranquilidad y paisajes impresionantes.
### Bosque de Moal, Asturias
Ubicado en el suroccidente asturiano, cerca de la Reserva Natural Integral de Muniellos, el Bosque de Moal es una joya escondida. Esta ruta circular de 8,4 km comienza y termina en el pintoresco pueblo de Mual, galardonado como Pueblo Ejemplar de Asturias en 2018. El recorrido, que se puede completar en aproximadamente cuatro horas, presenta tramos exigentes, pero está bien señalizado. A medida que avanza, los senderistas se adentran en un denso hayedo, donde se pueden observar diversas especies de árboles como el roble albar y la haya. Además, es común encontrar rastros de osos, lo que añade un toque de aventura a la experiencia. Las vistas desde el mirador de Montecín son un premio al esfuerzo realizado.
### Hoces del Alto Ebro, Burgos
La ruta de los Cañones del Ebro, en la provincia de Burgos, ofrece un paisaje espectacular que ha sido esculpido por el río a lo largo de los años. Este sendero circular de aproximadamente 18 km se puede realizar en unas cuatro horas y es de dificultad moderada. Los caminantes pueden disfrutar de miradores, ermitas y antiguas centrales hidroeléctricas mientras se sumergen en la belleza de la naturaleza. La vegetación en primavera y verano está en su máximo esplendor, creando un contraste visual impresionante entre el verde y la roca caliza. Aunque hay algunos tramos estrechos y un puente que puede impresionar, con el calzado adecuado y precaución, la ruta es accesible para la mayoría.
### Valle de Otal, Huesca
Cerca del famoso valle de Ordesa, el Valle de Otal ofrece una alternativa tranquila y solitaria en el Pirineo. Este recorrido lineal de 14 km (ida y vuelta) comienza en el puente sobre el río Ara y asciende gradualmente hasta alcanzar los 1.680 metros de altitud. La caminata, que se puede completar en aproximadamente tres horas y media, ofrece vistas de un valle glaciar en forma de U, con prados verdes y flores silvestres. Durante el verano, es común ver marmotas y vacas pastando, lo que añade un toque pastoral al paisaje. Esta ruta es ideal para familias que buscan disfrutar del Pirineo sin las multitudes.
### Monte Arabí, Murcia
El Monte Arabí, ubicado en Yecla, es un lugar mágico que combina naturaleza, arqueología y misterio. Con una ruta circular de 5,5 km, se puede completar en menos de dos horas. Este sendero atraviesa pinares y zonas de matorral, llevando a los caminantes a formaciones rocosas inusuales como la Cueva de la Horadada. Además, se pueden visitar yacimientos rupestres con pinturas prehistóricas, lo que convierte esta ruta en una experiencia cultural y natural. Es una opción perfecta para aquellos que buscan una caminata corta pero enriquecedora.
### Barranco de la Hoz del río Gallo, Guadalajara
En el Parque Natural del Alto Tajo, el barranco del río Gallo ofrece un paisaje singular con paredes rojizas y una rica biodiversidad. Esta ruta, que comienza cerca del centro de interpretación de Corduente, es de dificultad baja y se adapta en distancia según las preferencias del caminante. A lo largo del sendero, se pueden observar rapaces, zorros y gatos monteses, así como formaciones rocosas y fósiles. La cueva del viacrucis y la ermita de la Virgen de la Hoz son puntos destacados del recorrido, que está perfectamente señalizado y permite disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
### Fervenza do Toxa, Pontevedra
En la comarca de Deza, la ruta PR-G-18 conecta dos de los lugares más fotogénicos de Galicia: la fervenza do Toxa y el monasterio de Carboeiro. Este sendero semicircular de 14,6 km se puede recorrer en aproximadamente tres horas y media, con una dificultad moderada. Los caminantes pueden comenzar en cualquiera de los dos puntos, pero es común iniciar en la cascada, que se precipita desde casi 70 metros de altura. El recorrido atraviesa un bosque sombrío de robles y cruza el antiguo Ponte do Demo, ofreciendo una experiencia que parece sacada de un cuento. La llegada al monasterio, escondido entre árboles, añade un toque histórico al recorrido.
### Peñalara desde La Granja de San Ildefonso, Segovia
Peñalara es un clásico del senderismo madrileño, pero la ruta desde La Granja ofrece una experiencia diferente y menos concurrida. Este recorrido de 20 km (ida y vuelta) presenta un desnivel positivo de 1.500 metros, lo que lo convierte en un desafío. A pesar de su dificultad, la ruta es menos transitada que la habitual y comienza en los bosques de pinos que rodean el Palacio Real de La Granja. A medida que se asciende, los senderistas son recompensados con vistas espectaculares del valle del Lozoya y los picos de la Cuerda Larga. Aunque el tramo más técnico requiere precaución, la belleza del paisaje hace que el esfuerzo valga la pena.