La reciente comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado ha generado un amplio espectro de reacciones políticas que marcan el rumbo de la actualidad en España. Tras cinco horas de interrogatorio en la comisión de investigación sobre la supuesta corrupción del PSOE, las opiniones se dividen entre quienes consideran que el presidente del Gobierno salió airoso y quienes critican su actuación. Desde el Gobierno, se manifiestan satisfechos con el desempeño de Sánchez, mientras que el Partido Popular (PP) ha intensificado su ofensiva política, lo que sugiere un clima de tensión creciente en el ámbito político.
La valoración del Gobierno sobre la comparecencia de Sánchez es positiva. Desde Moncloa, se asegura que el presidente logró sortear las preguntas de la oposición con habilidad, a pesar de las acusaciones de falta de credibilidad que provienen del PP. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha calificado el tono del PP como «faltón, exagerado e hiperbólico», restando valor a las críticas. Esta percepción de victoria por parte del Gobierno contrasta con la postura del PP, que ha visto en la comparecencia una oportunidad para reforzar su narrativa de oposición.
Uno de los puntos más destacados de la jornada fue la reacción del PP, que ha decidido intensificar su estrategia de confrontación. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha sido claro en su intención de seguir presionando al Gobierno, sugiriendo que el testimonio de Sánchez podría tener «un largo recorrido» en términos judiciales. Esta declaración ha sido interpretada como una amenaza velada, lo que ha llevado a Bolaños a responder que la estrategia del PP se basa en la intimidación, dado que carecen de propuestas concretas para presentar al electorado.
### La Ruptura con Junts y la Extinción de la Fundación Franco
Otro aspecto relevante en la agenda política es la ruptura del Gobierno con Junts, un hecho que ha sido confirmado por las bases de la formación liderada por Carles Puigdemont. Esta separación se produce en un contexto donde la relación entre el Gobierno y los partidos independentistas se ha vuelto cada vez más tensa. La decisión de Junts de distanciarse del Ejecutivo podría tener repercusiones significativas en la estabilidad del Gobierno, especialmente en un momento en que se requiere apoyo para avanzar en diversas iniciativas legislativas.
Además, el Gobierno ha notificado oficialmente a la Fundación Franco su decisión de extinguirla, argumentando que esta entidad realiza apología de la dictadura franquista. Esta medida ha sido respaldada por un informe de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que argumenta que la fundación humilla a las víctimas del franquismo. La decisión de extinguir la fundación es un paso significativo en la política de memoria histórica del Gobierno, que busca cerrar heridas del pasado y avanzar hacia una reconciliación social.
La Fundación Franco tiene ahora un plazo de diez días para presentar alegaciones a esta decisión, lo que podría abrir un nuevo capítulo en el debate sobre la memoria histórica en España. La extinción de la fundación es vista por muchos como un acto simbólico que refleja un compromiso con la justicia y la reparación, aunque también ha generado críticas por parte de sectores que defienden la figura de Franco y su legado.
### La Estrategia del PP y la Respuesta del Gobierno
La estrategia del PP de atacar a Sánchez en el Senado ha sido objeto de análisis. Algunos observadores políticos sugieren que esta táctica podría ser contraproducente, ya que podría alienar a votantes moderados que buscan un debate más constructivo. Sin embargo, el PP parece decidido a mantener su línea de confrontación, utilizando cada oportunidad para cuestionar la legitimidad del Gobierno y su capacidad para gobernar.
Bolaños ha criticado la falta de propuestas del PP, señalando que la oposición se ha centrado en ataques personales en lugar de ofrecer soluciones a los problemas que enfrenta el país. Esta dinámica ha llevado a un clima de polarización política, donde el debate se ha desviado de los temas sustantivos hacia ataques personales y descalificaciones mutuas.
El futuro inmediato del Gobierno dependerá de su capacidad para navegar estas tensiones y mantener el apoyo de sus aliados, especialmente en un contexto donde la oposición parece decidida a intensificar su ofensiva. La ruptura con Junts y la extinción de la Fundación Franco son solo dos de los muchos frentes que el Gobierno deberá gestionar en los próximos días. A medida que se acercan las elecciones, la presión sobre Sánchez y su equipo aumentará, lo que podría llevar a un cambio en la estrategia política tanto del Gobierno como de la oposición.

 
									 
					 
