La economía de Estados Unidos se encuentra en un momento crucial, y las proyecciones para 2025 indican que no habrá cambios drásticos en su trayectoria. Alejandro Vidal, responsable de asesoramiento en Deutsche Bank España, ha compartido su análisis sobre el futuro económico del país, descartando tanto una recesión como un crecimiento explosivo. En su opinión, la economía estadounidense seguirá una marcha plana, con crecimientos leves y picos de incertidumbre que podrían surgir de factores internos y externos.
### Un Ciclo Económico Estable
Vidal explica que un «punto de inflexión» en el ciclo económico se refiere a un cambio significativo en la dirección de la economía, algo que no se prevé para el futuro inmediato. A pesar de que algunos analistas anticipan una sacudida en el mercado, los indicadores de recesión han disminuido considerablemente, pasando del 60% de probabilidad hace un año a solo un 30% en la actualidad. Esto sugiere que, aunque la economía estadounidense no está completamente libre de riesgos, la situación es más estable de lo que se pensaba anteriormente.
Las proyecciones de crecimiento para 2025 y 2026 son ligeramente superiores al 1%, lo que indica que, aunque el crecimiento no será explosivo, se mantendrá en una trayectoria positiva. Sin embargo, Vidal advierte que la estabilidad no significa que no existan riesgos. Factores como los aranceles, las tensiones fiscales y la alta sensibilidad de los mercados a las decisiones políticas seguirán influyendo en el panorama económico.
### Europa y su Relación con EE.UU.
En el contexto europeo, la situación es diferente. Alemania, por ejemplo, enfrenta un crecimiento plano y está a la espera de los efectos de sus programas de estímulo y defensa. En contraste, España se beneficia de su menor exposición a los aranceles y de una economía de servicios menos dependiente del comercio exterior. Vidal señala que, aunque no se espera que España entre en recesión, podría verse afectada si sus socios comerciales experimentan un enfriamiento económico.
La banca europea, según Deutsche Bank, se encuentra en una posición sólida. Con una buena capitalización y rentabilidad creciente, el sector financiero está preparado para canalizar los recursos necesarios para impulsar los nuevos planes económicos en Europa. Esto es un indicativo de que, a pesar de los desafíos, hay sectores que están bien posicionados para contribuir al crecimiento económico.
### Estrategias de Inversión en un Entorno Cambiante
Dada la situación económica actual, las estrategias de inversión deben adaptarse a un entorno de crecimiento plano. Desde Deutsche Bank, la recomendación es sobreponderar la renta fija y ser cauteloso con la renta variable. Los bonos europeos son considerados una opción atractiva, ya que ofrecen protección contra la inflación con un riesgo relativamente bajo, además de diversificar frente a la volatilidad del mercado de acciones.
Por otro lado, la deuda americana genera desconfianza debido a su alto déficit proyectado y a la expectativa de depreciación del dólar. En cuanto a las materias primas, el enfoque sigue siendo prudente. El oro se destaca como una herramienta de cobertura frente al riesgo y un posible sustituto del dólar, mientras que otras materias primas no presentan razones de peso para un aumento significativo en un entorno de crecimiento plano y desinflación.
### Conclusiones sobre el Futuro Económico
Las proyecciones de Deutsche Bank para la economía de EE.UU. y Europa sugieren que, aunque la estabilidad es la norma, los inversores deben estar preparados para navegar en un entorno lleno de incertidumbres. La clave estará en la capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y en la identificación de oportunidades dentro de un marco de crecimiento moderado. La atención a los indicadores económicos y a las decisiones políticas será crucial para anticipar movimientos en el mercado y ajustar las estrategias de inversión en consecuencia.