Las universidades públicas de Madrid han decidido alzar la voz ante lo que consideran un grave problema de financiación. Las plataformas que agrupan a las seis universidades públicas de la región han anunciado una huelga programada para finales de noviembre, específicamente los días 26 y 27. Esta decisión surge tras la reciente aprobación del proyecto de presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2026, que, según los representantes de las universidades, no representa un aumento real en la financiación, sino que perpetúa un estado de estancamiento que afecta gravemente a la calidad educativa y a la infraestructura de las instituciones.
### La Lucha por una Financiación Justa
El contexto de esta movilización se sitúa en un marco de fuerte infrafinanciación que las universidades han denunciado durante años. A pesar de que el Gobierno regional ha anunciado un incremento del 6,5% en la financiación para las universidades, las plataformas han manifestado su escepticismo. Según sus análisis, este aumento no es suficiente y representa un leve incremento del 0,44% al 0,46% del PIB de la Comunidad de Madrid, lo que consideran inadecuado para cubrir las necesidades reales de las instituciones educativas.
Las universidades afectadas incluyen a la Complutense, Rey Juan Carlos, Carlos III, Autónoma, Politécnica y Alcalá de Henares. En un comunicado conjunto, estas plataformas han dejado claro que su exigencia es que el presupuesto destinado a las universidades alcance al menos el 1% del PIB regional. Cualquier cifra que no se acerque a este objetivo no será considerada satisfactoria. La falta de recursos ha llevado a una situación crítica en la que se pone en riesgo la calidad de la educación y la investigación.
La convocatoria de huelga no solo busca visibilizar la problemática de la financiación, sino que también se enmarca en un contexto más amplio de lucha por la defensa de la educación pública. Los representantes de las universidades han enfatizado que la movilización no se limitará a los días de huelga, sino que se intensificará en los meses de noviembre y diciembre, coincidiendo con el periodo de exámenes y la aprobación final de los presupuestos en la Asamblea de Madrid.
### Estrategias de Movilización y Resistencia
Además de la huelga, las plataformas han manifestado su intención de llevar a cabo una serie de acciones que busquen involucrar a toda la sociedad madrileña en la defensa de la educación pública. La idea es generar un movimiento amplio que no solo incluya a estudiantes y profesores, sino también a ciudadanos que valoran la importancia de una educación accesible y de calidad. La lucha por la educación pública se ha convertido en un tema de interés general, y los organizadores de la huelga están decididos a hacer que el coste político de atacar a las universidades públicas sea lo más alto posible para el Gobierno regional.
La Ley del Sistema Universitario de la Comunidad de Madrid (Lesuc) también está en el punto de mira. Las plataformas han expresado su preocupación por esta ley, que consideran que podría tener un impacto negativo en la autonomía y el funcionamiento de las universidades. La tramitación de esta ley se suma a las razones que motivan la huelga, ya que los representantes de las universidades buscan frenar cualquier intento de desmantelar lo que consideran un pilar fundamental de la sociedad.
La frase «Si no hay respiro para las públicas, no habrá paz para quienes nos asfixian» resuena con fuerza entre los convocadores de la huelga. Este lema refleja la determinación de los estudiantes y profesores de luchar por sus derechos y por una educación que no esté sometida a las decisiones políticas que priorizan otros intereses sobre el bienestar educativo.
La situación actual de las universidades públicas en Madrid es un reflejo de un problema más amplio que afecta a la educación en todo el país. La falta de recursos y la presión por parte de las administraciones para reducir gastos han llevado a un deterioro de la calidad educativa. En este sentido, la huelga programada para finales de noviembre no solo es un grito de auxilio por parte de las universidades, sino también un llamado a la acción para todos aquellos que creen en la importancia de una educación pública fuerte y accesible para todos.
La movilización se perfila como un momento crucial para el futuro de la educación pública en Madrid. Con la esperanza de que su voz sea escuchada, los estudiantes y profesores están decididos a luchar por un cambio que garantice una financiación adecuada y una educación de calidad para las generaciones venideras.

 
									 
					 
