Echar la mirada atrás y comparar a los jóvenes de la España de hace 40 años es revelador. Las oportunidades son mucho mayores que antes, y los retos, cuanto menos, diferentes. Con el paso del tiempo, la educación se ha convertido en algo accesible e incluso obligatorio -hasta la ESO-, pero ahora los adolescentes se muestran frustrados e inquietos al pensar en su futuro laboral. A pesar de contar con cursos de Formación Superior, grados universitarios, másters e incluso doctorados, son muchos los que no encuentran trabajo de lo que han estudiado y terminan ejerciendo en empleos precarios y en absoluto relacionados con lo que tenían en mente. Las incontables horas en la oficina y los sueldos bajos, sumado a la crisis de la vivienda y el encarecimiento del nivel de vida, hace que cada vez se muestren más pesimistas. Sin embargo, la Universidad de Harvard ha identificado ciertas habilidades que pueden ayudar a los jóvenes a tener éxito en el futuro laboral.
**Habilidades esenciales para el éxito**
Además de contar con una base de conocimientos, la universidad ubicada en Massachusetts -concretamente en Cambridge- habla de ciertas habilidades que deben tener los adolescentes para conseguir el éxito a largo plazo. Estas pasan por adquirir ciertas aptitudes que facilitan el día a día, así como la mejora de las relaciones sociales. Así, estas son las cinco habilidades por las que apuesta Harvard:
1. **Planificación: metas y estrategias**
La primera de ellas, conseguir mantener una buena planificación, aporta claridad a la hora de plantear propósitos y objetivos. Este es el primer paso al tratar de conseguir algo. Un mejor uso del tiempo, evitar sufrir ansiedad al tener que improvisar y conseguir una mayor motivación son algunos de los efectos que tiene conseguir mantener el control de la situación.
2. **Enfoque: cultivar la atención**
La capacidad de concentrarse en una tarea específica es fundamental en un mundo lleno de distracciones. Fomentar el enfoque permite a los jóvenes ser más productivos y eficientes en sus actividades diarias.
3. **Autocontrol: gestionando emociones**
La habilidad de manejar las emociones es crucial para el bienestar personal y profesional. Los jóvenes que desarrollan un buen autocontrol son capaces de tomar decisiones más racionales y evitar reacciones impulsivas.
4. **Conciencia: entender el entorno y a uno mismo**
La conciencia social y emocional es vital para interactuar efectivamente con los demás. Comprender las propias emociones y las de los demás ayuda a construir relaciones más sólidas y efectivas.
5. **Flexibilidad: adaptarse al cambio**
En un entorno laboral que cambia rápidamente, la flexibilidad de pensamiento permite a los jóvenes responder mejor a los cambios y evitar bloqueos. Esta habilidad también ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y, a la larga, el desgaste emocional.
**El papel de los padres en el desarrollo de habilidades**
La doctora McCarthy, experta en desarrollo juvenil, también pone el foco en los padres, y es que su papel es fundamental en el desarrollo de la personalidad de los adolescentes. Su sugerencia es clara: evitar gestionar en exceso la vida de sus hijos para que aprendan a hacerlo ellos mismos. Fomentar actividades como tocar un instrumento les ayudará a desarrollar una mayor capacidad de enfoque. Además, es importante que los padres creen un ambiente donde se pueda hablar abiertamente sobre emociones y sentimientos. Esto no solo ayuda a los jóvenes a desarrollar habilidades como la empatía o la comprensión, sino que también es esencial para cuidar las relaciones interpersonales.
Fomentar la flexibilidad de pensamiento en los adolescentes es otro aspecto clave. Esto les permitirá responder mejor a los cambios y adaptarse a nuevas situaciones, lo que es especialmente relevante en el contexto actual, donde la incertidumbre es una constante. La capacidad de adaptarse no solo reduce el estrés y la ansiedad, sino que también les prepara para enfrentar los desafíos que puedan surgir en su vida personal y profesional.
En resumen, mientras que el panorama laboral puede parecer desalentador para muchos jóvenes, el desarrollo de estas habilidades puede marcar una diferencia significativa en su capacidad para navegar por el mundo laboral. La educación formal es importante, pero las habilidades blandas y la inteligencia emocional son igualmente cruciales para el éxito a largo plazo. Los adolescentes que logran equilibrar su formación académica con el desarrollo de estas competencias estarán mejor preparados para enfrentar los retos del futuro y alcanzar sus metas personales y profesionales.