La reciente declaración de un técnico del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat ha puesto de manifiesto las deficiencias en la gestión de emergencias durante la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la Comunidad Valenciana. Este evento meteorológico extremo dejó un saldo trágico, con varias muertes y daños significativos en infraestructuras. La falta de un protocolo claro y la demora en la emisión de alertas han sido criticadas, lo que ha llevado a cuestionar la eficacia de los mecanismos de respuesta ante situaciones de crisis.
### La Importancia de la Comunicación Efectiva
Uno de los aspectos más críticos en la gestión de emergencias es la comunicación. Durante la DANA, se preparó un primer borrador de mensaje de alerta que, según el testimonio del técnico, fue finalmente descartado. Este hecho resalta la importancia de una comunicación clara y efectiva entre los diferentes niveles de autoridad y los equipos de respuesta. El técnico mencionó que, a pesar de que se había detectado un riesgo inminente de colapso de la presa de Forata, la consellera Salomé Pradas decidió que no se enviara la alerta hasta que ella diera su aprobación. Esta decisión, tomada en un momento crítico, puede haber contribuido a la confusión y a la falta de acción oportuna.
La comunicación no solo debe ser rápida, sino también precisa. En situaciones de emergencia, cada segundo cuenta, y la capacidad de transmitir información vital a la población puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La falta de un protocolo que permita la emisión inmediata de alertas, sin depender de la aprobación de una sola persona, es un punto que debe ser revisado urgentemente.
### La Necesidad de Protocolo y Preparación
El testimonio también reveló que no había personal específico dedicado al control de los barrancos en el Centro de Coordinación de Emergencias. Esta falta de especialización puede haber llevado a una respuesta inadecuada ante la situación. La preparación para emergencias debe incluir la designación de roles claros y la capacitación de personal en áreas específicas, como el monitoreo de cuerpos de agua y la gestión de inundaciones.
Además, el técnico mencionó que la situación en el Centro de Emergencias era caótica, con un volumen de trabajo extraordinario y múltiples llamadas al 112. Esto indica que, a pesar de la gravedad de la situación, no se contaba con un plan de contingencia que permitiera manejar el flujo de información y las solicitudes de ayuda de manera efectiva. La falta de un sistema organizado puede haber contribuido a la confusión y a la ineficiencia en la respuesta.
La implementación de protocolos claros y la formación continua del personal son esenciales para garantizar que, en el futuro, se pueda responder de manera más efectiva a situaciones de emergencia. Esto incluye la creación de un sistema de alertas que no dependa de la aprobación de un solo individuo, permitiendo que los técnicos actúen de inmediato en función de la información disponible.
### Reflexiones sobre la Gestión de Crisis
La DANA ha puesto de relieve la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos de emergencia en la Comunidad Valenciana. La gestión de crisis no solo implica la respuesta inmediata a un evento, sino también la planificación y la preparación para minimizar el impacto de futuros desastres. La experiencia adquirida durante la DANA debe ser utilizada para mejorar los sistemas existentes y garantizar que se tomen medidas proactivas en lugar de reactivas.
La colaboración entre diferentes agencias y la creación de un marco de trabajo conjunto son fundamentales para mejorar la eficacia de la respuesta ante emergencias. La creación de un equipo multidisciplinario que incluya meteorólogos, ingenieros y expertos en gestión de emergencias puede ser un paso importante hacia una mejor preparación.
La tragedia de la DANA no debe ser solo un recordatorio de lo que salió mal, sino una oportunidad para aprender y mejorar. La seguridad de la población debe ser la prioridad número uno, y esto solo se puede lograr a través de una gestión de emergencias bien estructurada y efectiva. La implementación de cambios significativos en los protocolos actuales es esencial para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.