En un giro inesperado de los acontecimientos, la Casa Real ha logrado que el Gobierno acceda a un encuentro entre los Reyes Felipe y Letizia y representantes de las familias de las víctimas de la DANA, justo antes del funeral de Estado que se celebrará en Valencia. Este encuentro, que se llevará a cabo en una sala adyacente del Museo de las Ciencias, ha sido objeto de controversia debido a las condiciones impuestas por el Ejecutivo, que busca evitar cualquier tipo de incidente similar al ocurrido en Paiporta el año pasado.
### Un Encuentro Bajo Estrictas Condiciones
El Gobierno había planificado inicialmente que no habría contacto entre los Reyes y las familias afectadas, pero la presión de la Casa Real ha llevado a una modificación del protocolo. El encuentro se realizará a las 17:45 horas, unos minutos antes del inicio de la ceremonia, y solo incluirá a «representantes» de las familias, quienes serán seleccionados por el propio Gobierno. Esta decisión ha generado críticas, ya que limita la participación de las familias afectadas y se aleja de la tradición de los funerales de Estado, donde los monarcas suelen saludar a todos los familiares al finalizar la ceremonia.
La medida parece ser una respuesta al temor del Gobierno de que se repitan los episodios de tensión vividos en Paiporta, donde el presidente Pedro Sánchez fue recibido con insultos y rechazo por parte de los vecinos. Para evitar que se repita una situación similar, el protocolo ha sido blindado: el saludo se llevará a cabo en una sala apartada y sin la presencia de medios de comunicación, lo que ha suscitado críticas sobre la falta de transparencia en el manejo de la situación.
### La Reacción de las Familias y la Opinión Pública
Las familias de las víctimas han expresado su descontento con las condiciones impuestas por el Gobierno. Muchos consideran que el encuentro debería ser abierto y accesible a todos los afectados, en lugar de limitarse a un grupo selecto. Esta situación ha generado un debate sobre la responsabilidad del Gobierno en la gestión de la crisis y la necesidad de un acercamiento más humano y empático hacia las víctimas.
El funeral, que coincide con el primer aniversario de la catástrofe, está programado para comenzar a las 18:00 horas y se espera que dure alrededor de una hora. Durante este tiempo, los Reyes serán recibidos por el presidente Sánchez y otros dignatarios, antes de dirigirse a la sala adyacente para el breve saludo a las familias. La duración de este saludo está prevista en unos quince minutos, lo que ha llevado a cuestionar la sinceridad del gesto.
La ausencia del presidente valenciano, Carlos Mazón, en el saludo también ha sido objeto de críticas. Su falta de presencia podría interpretarse como un intento del Gobierno de evitar cualquier tipo de confrontación o malestar durante el evento. Esta estrategia de comunicación ha sido vista por algunos como una falta de respeto hacia las víctimas y sus familias, quienes merecen ser escuchadas y reconocidas en su dolor.
La situación ha puesto de manifiesto la complejidad de la relación entre la Casa Real y el Gobierno, así como la necesidad de un enfoque más sensible y considerado hacia las víctimas de tragedias como la DANA. La presión mediática y la opinión pública jugarán un papel crucial en la forma en que se desarrollen estos eventos y en la percepción que se tenga sobre la respuesta del Gobierno ante la crisis.
En este contexto, el funeral de Estado no solo será un homenaje a las víctimas, sino también un momento de reflexión sobre cómo se manejan las crisis en el país y la importancia de la empatía y la humanidad en la política. La forma en que se lleve a cabo este evento podría sentar un precedente para futuras situaciones similares, donde la sensibilidad y el respeto hacia las víctimas deben ser prioritarios.

