La Basílica de San Pedro se convirtió en el epicentro de un evento de gran relevancia mundial al acoger el funeral del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025. Este acto solemne, que tuvo lugar el sábado por la mañana, reunió a miles de fieles y dignatarios de todo el mundo, marcando un momento de reflexión y homenaje a un líder espiritual que dejó una huella imborrable en la Iglesia Católica y en la sociedad global.
**Un Funeral de Estado con Asistencia Internacional**
Desde primeras horas de la mañana, la Plaza de San Pedro se llenó de personas que deseaban rendir homenaje al pontífice argentino. Se estima que más de 250,000 fieles se congregaron en el lugar, lo que demuestra la profunda conexión que Francisco estableció con la comunidad católica y más allá. Entre los asistentes se encontraban jefes de Estado y líderes mundiales, como el rey Felipe VI de España y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quienes llegaron para ofrecer sus respetos en un evento que trasciende fronteras políticas y culturales.
El funeral fue oficiado por el cardenal Giovanni Battista Re, una figura prominente dentro del Vaticano, quien destacó la importancia del legado de Francisco en su homilía. Durante la ceremonia, se realizaron lecturas en varios idiomas, simbolizando la universalidad del mensaje del Papa. La primera lectura fue en inglés, seguida de una en español, reflejando las raíces del pontífice y su compromiso con la diversidad cultural.
Además de los líderes políticos, el evento también contó con la presencia de personas de diferentes orígenes, incluyendo migrantes y personas en situación de vulnerabilidad, quienes fueron invitados a participar en la ceremonia, resaltando el enfoque inclusivo que caracterizó el papado de Francisco.
**La Ceremonia y el Legado de Francisco**
El acto comenzó con la llegada del féretro del Papa, que fue transportado en un papamóvil adaptado, el mismo que utilizó en su viaje a Oriente. Este gesto simboliza la cercanía del Papa con la gente, un rasgo que lo definió a lo largo de su vida. A medida que el cuerpo del pontífice era llevado al altar, los asistentes se unieron en un momento de silencio y reflexión, recordando su mensaje de paz y reconciliación.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando el cardenal Re hizo un llamado a la paz, instando a los líderes mundiales a actuar con sensatez y a seguir el ejemplo de Francisco en la búsqueda de la armonía y el entendimiento entre las naciones. Este mensaje resonó profundamente en un mundo que enfrenta numerosos conflictos y divisiones.
La ceremonia también incluyó un tributo musical, donde coros de diferentes partes del mundo interpretaron himnos que celebran la vida y el legado del Papa. Las imágenes de la Plaza de San Pedro, repleta de fieles y dignatarios, fueron un recordatorio del impacto que Francisco tuvo en la vida de millones de personas, no solo como líder religioso, sino también como defensor de los derechos humanos y la justicia social.
A medida que la ceremonia avanzaba, se hicieron presentes las críticas hacia la ausencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien decidió no asistir al funeral a pesar de haber recibido una invitación oficial. Esta decisión generó reacciones en las redes sociales y entre los medios, donde se cuestionó la falta de representación del Gobierno español en un evento de tal magnitud.
El cuerpo del Papa Francisco fue finalmente trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, donde se le dará sepultura. Este acto de despedida no solo marca el final de un capítulo en la historia de la Iglesia Católica, sino que también abre la puerta a un nuevo cónclave, donde se elegirán a los cardenales que decidirán quién será el próximo líder de la Iglesia.
El legado de Francisco, que abogó por la paz, la justicia social y la inclusión, perdurará en la memoria colectiva de la comunidad católica y más allá. Su enfoque en los problemas contemporáneos, como el cambio climático, la pobreza y la migración, ha dejado una huella que seguirá inspirando a futuras generaciones. A medida que el mundo se despide de este querido pontífice, queda la esperanza de que su mensaje de amor y compasión continúe guiando a la humanidad hacia un futuro más justo y pacífico.