Dormir es una necesidad vital para el bienestar físico y mental, y su importancia va más allá de simplemente descansar. Sin embargo, existe una creencia popular que sostiene que dormir en exceso puede contribuir al aumento de peso. Esta idea ha sido objeto de debate entre expertos en nutrición y salud, quienes han tratado de desmitificar esta noción. La nutricionista Marián García, conocida como Boticaria García, ha abordado este tema en diversas ocasiones, ofreciendo una perspectiva clara sobre cómo el sueño afecta nuestro metabolismo y, por ende, nuestro peso corporal.
### La Relación entre Sueño y Metabolismo
La relación entre el sueño y el metabolismo es compleja y multifacética. Según Boticaria García, el organismo quema aproximadamente una kilocaloría por kilo de peso y por hora de sueño. Esto significa que, en lugar de engordar, un sueño de calidad y en cantidad suficiente puede facilitar la pérdida de peso. La nutricionista enfatiza que la falta de sueño puede ser un factor que favorezca el sobrepeso y la obesidad, y lo explica a través de cinco razones fundamentales.
En primer lugar, la falta de sueño altera las hormonas que regulan el apetito. Cuando no dormimos lo suficiente, los niveles de grelina, la hormona que estimula el hambre, aumentan, mientras que los niveles de leptina, que indican saciedad, disminuyen. Este desequilibrio hormonal puede llevar a un aumento en la ingesta de alimentos, ya que el cuerpo no recibe las señales adecuadas para detenerse.
En segundo lugar, la falta de sueño afecta el metabolismo. Dormir poco puede disminuir el gasto energético en reposo y aumentar la acumulación de grasa. Esto se traduce en un metabolismo más lento, lo que puede dificultar la pérdida de peso a largo plazo. Si esta situación se mantiene en el tiempo, las consecuencias pueden ser significativas.
El estrés es otro factor que se ve afectado por la falta de sueño. Boticaria García señala que las personas que no duermen bien tienden a experimentar niveles más altos de estrés, lo que puede llevar a un aumento en la ingesta de alimentos poco saludables. El cortisol, una hormona liberada en situaciones de estrés, puede incrementar la producción de grelina y disminuir la de leptina, lo que agrava aún más el problema del apetito descontrolado.
### Comportamientos Alimentarios y Sueño
Además de los cambios hormonales, la falta de sueño también influye en nuestros comportamientos alimentarios. Según estudios, las personas que duermen poco son más propensas a hacer «paseos nocturnos» a la cocina, donde suelen optar por alimentos poco saludables, como snacks y dulces. Esta tendencia a picar durante la noche puede contribuir al aumento de peso, ya que se ingieren calorías adicionales que no se compensan con actividad física.
Por último, la falta de sueño puede disminuir la motivación para realizar actividad física. Cuando estamos cansados, es menos probable que tengamos la energía necesaria para hacer ejercicio, lo que puede llevar a un estilo de vida más sedentario. Este sedentarismo, combinado con una mayor ingesta calórica, puede resultar en un aumento de peso significativo.
Boticaria García concluye que el mito de que dormir engorda es, en realidad, una confusión. No es el acto de dormir en sí lo que puede llevar al aumento de peso, sino la falta de sueño que provoca cambios hormonales, comportamientos alimentarios poco saludables y una disminución en la actividad física. Por lo tanto, priorizar un buen descanso es esencial no solo para la salud general, sino también para mantener un peso saludable.
En resumen, la calidad y cantidad de sueño son factores cruciales que influyen en nuestro metabolismo y en nuestra relación con la comida. Dormir bien no solo es un placer, sino una necesidad que puede facilitar el camino hacia un estilo de vida más saludable y equilibrado. La próxima vez que escuches que dormir engorda, recuerda que la clave está en la calidad del sueño y no en la cantidad de horas que pasamos en la cama.