En un mundo cada vez más acelerado y lleno de distracciones, la idea de escapar a un refugio natural se ha convertido en un anhelo compartido por muchos. La imagen de una cabaña aislada en el bosque, rodeada de naturaleza y lejos del bullicio urbano, evoca una sensación de paz y tranquilidad. Este deseo de desconexión y retorno a lo esencial es el tema central del libro «Refugio: Una historia de cabañas» de Eva Morell, quien explora no solo la arquitectura de estos espacios, sino también su significado emocional y cultural.
La autora, a través de su trabajo, ha capturado la fascinación que las cabañas ejercen sobre nosotros. Desde su infancia, Morell ha sentido una conexión especial con estos espacios, recordando veranos pasados en la naturaleza y la calma que le proporcionaban. En su libro, comparte cómo las cabañas representan más que simples estructuras; son símbolos de protección y refugio, un retorno a un estado de bienestar que muchos anhelan en tiempos de estrés.
### La Cabaña como Símbolo de Protección
La cabaña, en su esencia, es un espacio que evoca seguridad y confort. Morell argumenta que esta atracción puede estar arraigada en nuestra experiencia humana más básica. Desde antes de nacer, habitamos un refugio: el cuerpo de nuestra madre. Esta conexión inicial con un espacio seguro nos deja con un deseo inherente de encontrar lugares que nos devuelvan esa sensación de protección. A lo largo de la historia, los seres humanos han creado refugios, desde las primeras chozas prehistóricas hasta las habitaciones propias que se han convertido en un símbolo de autonomía y seguridad.
La autora destaca que las cabañas han sido testigos de momentos cruciales en la historia de la humanidad. En ellas, se han gestado ideas fundamentales como la agricultura, la democracia y la filosofía. Estos espacios no solo nos protegen del frío y la lluvia, sino que también nos ofrecen un respiro del mundo exterior, un lugar donde podemos reflexionar y reconectar con nosotros mismos.
Sin embargo, la cabaña también puede tener un lado oscuro. En la cultura popular, especialmente en el cine de terror, estas construcciones a menudo se convierten en escenarios de horror. Morell menciona ejemplos como el caso de Ted Kaczynski, conocido como Unabomber, quien vivía en una cabaña aislada mientras llevaba a cabo sus actos violentos. Esta dualidad de la cabaña como refugio y como potencial fuente de peligro es un tema que la autora explora en profundidad, mostrando que el significado de estos espacios puede variar drásticamente según el contexto.
### La Cabaña en la Arquitectura Moderna
El libro de Morell también se adentra en la relación entre la arquitectura y las cabañas. A lo largo de la historia, arquitectos de renombre han visto en estas pequeñas construcciones una oportunidad para experimentar con el diseño y la habitabilidad. La autora menciona a Le Corbusier, quien construyó una cabaña en la Costa Azul francesa, no solo como un refugio, sino como un espacio de vigilancia sobre la casa de una colega arquitecta. Esta cabaña, con sus ventanas orientadas hacia la casa de Eileen Gray, refleja la obsesión de Le Corbusier por el diseño y la interacción entre espacios.
Morell también critica la tendencia actual de «cabañificación», donde el deseo de desconexión se ha convertido en un producto comercial. Durante la pandemia, muchas empresas comenzaron a construir alojamientos rurales que prometen tranquilidad y desconexión, pero que a menudo están impulsados por intereses comerciales. La autora denuncia cómo se ha mercantilizado la necesidad de descanso, convirtiendo lo que debería ser una experiencia básica en un lujo accesible solo para algunos.
La cabaña, entonces, se convierte en un símbolo de la lucha entre el deseo de desconexión y la realidad del capitalismo moderno. En lugar de ser un refugio accesible, se transforma en un producto que se vende a un precio elevado, lo que plantea preguntas sobre el acceso a la naturaleza y la necesidad de espacios de descanso genuinos.
Eva Morell, a través de su libro «Refugio», no solo invita a los lectores a imaginar cabañas y espacios de desconexión, sino que también les anima a reflexionar sobre su propia relación con estos lugares. La cabaña, en su forma más pura, es un recordatorio de la importancia de encontrar momentos de paz en medio del caos de la vida moderna. Ya sea a través de una cabaña real o una imaginaria, el anhelo de regresar a lo esencial es un deseo que resuena en todos nosotros.