En el contexto político actual de España, el Partido Popular (PP) ha comenzado a adoptar posturas que se alinean más con la ultraderecha, particularmente con Vox. Esta tendencia ha sido evidente en las declaraciones y acciones de su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien ha prometido un gobierno en solitario, pero se enfrenta a un panorama electoral complicado donde Vox se posiciona como un competidor significativo. La estrategia del PP parece estar influenciada por encuestas recientes que sugieren un resurgimiento de la ultraderecha, lo que ha llevado a Feijóo a endurecer su discurso en temas sensibles como la inmigración y la seguridad ciudadana.
**El giro del PP hacia la ultraderecha**
Durante un congreso reciente, Feijóo enfatizó la necesidad de un «centro reformista», pero sus acciones posteriores han demostrado un cambio hacia la derecha. La ausencia del líder del PP en un acto institucional presidido por el rey, junto a su justificación de esta decisión, ha sido interpretada como un intento de deslegitimar las instituciones. Este gesto, inédito para Feijóo, se produce en un contexto donde la ultraderecha está ganando terreno en las encuestas, lo que podría complicar su objetivo de gobernar en solitario.
Las encuestas indican que Vox podría alcanzar un 15% de los votos, lo que significaría un aumento significativo en su representación en el Congreso. Este escenario plantea un dilema para el PP, que podría verse obligado a acercarse aún más a Vox para asegurar una mayoría. En este sentido, Feijóo ha comenzado a adoptar un discurso que refleja las preocupaciones de Vox sobre la inmigración y la criminalidad, a pesar de que los datos oficiales contradicen estas afirmaciones.
**Inmigración y seguridad: el nuevo discurso del PP**
Uno de los aspectos más preocupantes de esta nueva estrategia del PP es su enfoque en la inmigración como un factor que incrementa la criminalidad. Feijóo ha declarado que «la criminalidad se ha incrementado» con el aumento de la inmigración ilegal, un argumento que ha sido ampliamente criticado por carecer de fundamento. Los datos muestran que, a pesar del crecimiento de la población extranjera en España, la criminalidad ha disminuido en general. Sin embargo, el PP parece decidido a capitalizar el miedo y la inseguridad que sienten algunos sectores de la población, utilizando estos temas para atraer a votantes que podrían sentirse atraídos por Vox.
Este cambio de discurso no solo afecta la percepción pública de la inmigración, sino que también tiene implicaciones para las políticas migratorias del país. Feijóo ha bloqueado iniciativas para acoger a menores migrantes, lo que ha generado críticas tanto dentro como fuera de su partido. Esta postura refleja un intento de no alienar a los votantes de Vox, quienes han mostrado un fuerte rechazo a la inmigración y han promovido políticas más restrictivas.
Además, el PP ha comenzado a cuestionar la eficacia de las instituciones encargadas de la gestión de crisis, como Protección Civil, y ha criticado la respuesta del Gobierno a los incendios forestales que han devastado grandes áreas del país. Esta estrategia de deslegitimación se alinea con la narrativa de Vox, que ha utilizado estos eventos para promover su agenda política y criticar al Gobierno por su gestión.
El panorama electoral se complica aún más con la proximidad de las elecciones, donde el PP deberá navegar entre su deseo de atraer a votantes moderados y la necesidad de no perder el apoyo de la base más radical que Vox ha cultivado. La presión de la ultraderecha podría llevar al PP a adoptar posturas aún más extremas, lo que podría tener un impacto duradero en la política española.
En resumen, el PP se encuentra en una encrucijada, donde su estrategia de acercamiento a Vox podría definir no solo su futuro electoral, sino también el rumbo de la política en España. La adopción de un discurso más radical en temas de inmigración y seguridad, junto con la deslegitimación de las instituciones, son señales de un cambio significativo en la dinámica política del país. A medida que se acercan las elecciones, será crucial observar cómo estas estrategias impactan en la percepción pública y en el resultado electoral.