En un contexto geopolítico marcado por la incertidumbre, el Partido Popular Europeo (PPE) se reunió en Valencia con el objetivo de renovar su liderazgo y fortalecer su ideario político. Este congreso, sin embargo, se convirtió en un escenario donde los dirigentes españoles del PP aprovecharon para criticar al Gobierno de Pedro Sánchez, especialmente tras el reciente apagón que afectó a España y Portugal. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, inició esta ofensiva durante la jornada inaugural, cuestionando la gestión del Gobierno y sugiriendo la necesidad de una participación independiente de las autoridades europeas para esclarecer la situación.
La crítica no se limitó a Feijóo. Otros líderes regionales, como Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, y Fernando López Miras, presidente de Murcia, se unieron al coro de reproches. Moreno Bonilla expresó su sorpresa ante la falta de gestión en un país moderno como España, mientras que López Miras exigió la dimisión de la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, argumentando que la gestión de la crisis había sido ineficaz.
El congreso también fue un momento para que José María Aznar, expresidente del Gobierno español, arremetiera contra Sánchez, describiéndolo como un líder que gobierna con la extrema izquierda y que pone en riesgo la democracia en España. Aznar instó a la UE a actuar ante lo que consideró un retroceso democrático. Esta retórica beligerante contrastó con el enfoque más institucional que adoptó Feijóo en su discurso de cierre, donde abogó por un cambio en España que beneficiara a Europa.
A pesar de las críticas al Gobierno español, los discursos de la mayoría de los líderes europeos se centraron en desafíos más amplios, como la competitividad industrial y la política exterior. Friedrich Merz, el próximo canciller alemán, enfatizó la necesidad de aumentar el gasto en defensa, mientras que otros líderes abogaron por simplificar los procedimientos burocráticos de la UE. Esta derechización del PPE se ha hecho evidente en sus resoluciones, que priorizan los intereses económicos sobre los compromisos medioambientales.
El congreso también estuvo marcado por la controversia en torno a la gestión de la DANA, una catástrofe natural que dejó un saldo trágico de 228 muertes. A pesar de que las competencias en esta área son autonómicas, los líderes del PP no dudaron en utilizar la tragedia para criticar al Gobierno central. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, se vio presionada por las víctimas de la DANA para que se reuniera con ellas, lo que generó un ambiente tenso en el congreso.
La estrategia del PP parece estar enfocada en capitalizar la crisis actual para debilitar al Gobierno de Sánchez, mientras que al mismo tiempo intenta posicionarse como un partido responsable y centrado en los intereses de Europa. Sin embargo, esta táctica ha generado críticas tanto a nivel nacional como internacional, ya que muchos consideran que el PP está utilizando la situación para fines políticos en lugar de abordar los problemas de manera constructiva.
En este contexto, el papel de los líderes regionales del PP también ha sido objeto de escrutinio. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha sido criticado por su gestión de la DANA, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la idoneidad de celebrar el congreso en Valencia tan solo seis meses después de la tragedia. A pesar de estas críticas, el PP decidió seguir adelante con el evento, lo que ha generado un debate sobre la responsabilidad política en situaciones de crisis.
En resumen, el congreso del PPE en Valencia ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en España y la estrategia del PP de utilizar la crisis actual para debilitar al Gobierno de Sánchez. A medida que la situación en Europa se complica, el PPE se enfrenta al desafío de equilibrar sus críticas internas con la necesidad de abordar los problemas más amplios que afectan a la Unión Europea. La respuesta del Gobierno español y la capacidad del PP para capitalizar esta crisis serán factores determinantes en el futuro político del país.