El estrés laboral ha cobrado una relevancia alarmante en el ámbito internacional, especialmente tras el reciente fallo de un tribunal en Corea del Sur que ha reconocido oficialmente la muerte de un empleado bancario como un accidente laboral relacionado con la sobrecarga de trabajo. Este caso no solo ha conmocionado a la sociedad surcoreana, sino que también plantea serias interrogantes sobre la salud y el bienestar de los trabajadores en todo el mundo.
### Un Trágico Suceso que Marca un Hito
El trabajador, un hombre de mediana edad, fue encontrado sin vida tras sufrir un infarto agudo de miocardio. Su muerte ocurrió días después de que se le asignaran nuevas responsabilidades en su puesto, lo que incrementó su carga laboral y, por ende, su nivel de estrés. El tribunal administrativo de Seúl determinó que la presión constante y la ansiedad acumulada fueron factores determinantes en el deterioro de su salud cardiovascular. A pesar de que el organismo de compensación laboral del país, KCOMWEL, inicialmente se negó a otorgar prestaciones a la familia del fallecido, el tribunal finalmente reconoció la relación entre el trabajo excesivo y la tragedia.
Este fallo es significativo en un país donde la cultura laboral es extremadamente competitiva y donde las horas de trabajo anuales superan las 1,900, según datos de la OCDE. A pesar de los intentos del gobierno por limitar las jornadas laborales a 52 horas semanales, muchos sectores, especialmente el bancario y tecnológico, siguen operando más allá de este límite. La presión por cumplir con las expectativas y la falta de un equilibrio entre la vida laboral y personal son problemas que afectan a muchos trabajadores en Corea del Sur.
### La Cultura del Trabajo y sus Consecuencias
La cultura laboral en Corea del Sur se caracteriza por una alta competitividad y una escasa utilización de las vacaciones. Esto se traduce en un entorno donde el trabajo es prioritario, y donde la desconexión digital es casi inexistente. La presión jerárquica y la falta de apoyo emocional en el lugar de trabajo contribuyen a un ambiente donde el estrés se convierte en una constante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que trabajar más de 55 horas a la semana incrementa significativamente el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. En España, un informe de UGT revela que el 37% de los trabajadores sufren estrés, depresión o ansiedad vinculados a su trabajo. Esta situación no es exclusiva de Corea del Sur; muchos países enfrentan desafíos similares en cuanto a la salud mental de sus trabajadores.
El caso del empleado bancario surcoreano establece un precedente legal que podría influir en futuras demandas relacionadas con el estrés laboral y la salud mental. El juez consideró que, aunque el trabajador tenía antecedentes médicos, el estrés puntual y constante aceleró su deterioro. Esto abre la puerta a un debate más amplio sobre los derechos laborales y la necesidad de proteger la salud de los empleados en un entorno laboral cada vez más exigente.
### Comparaciones Internacionales y la Necesidad de Cambio
No es la primera vez que se reconoce la relación entre el trabajo excesivo y la salud en Asia. En Japón, el término «karoshi», que significa muerte por exceso de trabajo, ha sido un tema de discusión desde los años 80. A pesar de que Corea del Sur ha adoptado políticas similares, la implementación sigue siendo desigual. Casos emblemáticos, como el de Jang Deok Jin, un repartidor que murió tras una maratón de turnos durante la pandemia, también han sido reconocidos judicialmente, lo que ha llevado a reformas en el sector logístico.
El reconocimiento de la muerte del empleado bancario como un accidente laboral no solo es un hito en la lucha por los derechos laborales en Corea del Sur, sino que también resuena en otras partes del mundo. La necesidad de replantear los ritmos laborales y priorizar el bienestar de los trabajadores es urgente. La salud no debe ser el precio a pagar por el empleo, y es fundamental que las empresas y los gobiernos tomen medidas para garantizar un entorno laboral saludable.
Este caso surcoreano es un llamado a la acción para todos los países, recordando que el bienestar de los trabajadores debe ser una prioridad en la agenda laboral global. La salud mental y física de los empleados es esencial para el desarrollo sostenible de cualquier economía, y es responsabilidad de todos crear un entorno donde el trabajo no comprometa la vida.