En un mundo donde la industria alimentaria avanza a pasos agigantados, la figura de Joan Roca, chef del renombrado restaurante El Celler de Can Roca, se convierte en un faro de reflexión sobre el futuro de la alimentación. En una reciente entrevista, Roca comparte su visión sobre cómo la cocina, más que una simple actividad, es un acto cultural y emocional que debe preservarse y evolucionar en el contexto actual.
La cocina como acto cultural
Roca enfatiza que la cocina no es solo un medio para preparar alimentos, sino un acto de amor y conexión. «Cocinar es transmitir cariño y afecto», afirma, subrayando que esta práctica se mantendrá viva a pesar de la creciente tendencia hacia los platos preparados. A medida que la industria alimentaria se expande, con empresas que predicen un futuro sin cocinas en los hogares, Roca sostiene que la actividad culinaria seguirá siendo relevante. La cocina es un espacio donde se forjan recuerdos y se comparten momentos, lo que la convierte en un elemento esencial de la vida familiar y social.
El chef también menciona la importancia de la educación en cocina y nutrición desde una edad temprana. Propone que las escuelas deberían incorporar asignaturas que enseñen a los niños sobre la alimentación, la nutrición y la cocina. «La cocina es una ciencia», dice, y sugiere que aprender sobre ella puede ayudar a los jóvenes a entender mejor lo que consumen y cómo afecta su salud y la del planeta. Esta educación podría ser clave para reducir el desperdicio alimentario y fomentar hábitos más sostenibles.
La influencia de la industria alimentaria
A pesar de su optimismo sobre la cocina en los hogares, Roca no ignora el impacto de la industria alimentaria en nuestras vidas. Reconoce que, si bien es beneficioso contar con productos procesados que faciliten la preparación de comidas, también es crucial que las personas mantengan el hábito de cocinar con ingredientes frescos. «Estamos poniendo gran parte de nuestra alimentación en manos de la industria alimentaria», advierte, lo que puede llevar a una desconexión con los alimentos y sus orígenes.
La pérdida de contacto con los mercados locales y la producción de proximidad es otro punto que Roca destaca. A medida que las ciudades crecen, se pierde la noción de lo que se produce cerca de ellas, lo que afecta la calidad de la alimentación y el conocimiento sobre los productos. Roca sugiere que volver a los mercados locales podría ayudar a reconectar a las personas con la comida y fomentar un consumo más consciente.
El papel de la educación en la cocina
La propuesta de Roca de incluir la cocina en el currículo escolar no es solo una cuestión de habilidades prácticas, sino también de conciencia social. Al enseñar a los niños sobre la nutrición y la cocina, se les brinda la oportunidad de entender la importancia de una alimentación saludable y sostenible. «Aprenderán a comprar, a manipular alimentos, a aprovecharlos y a evitar el desperdicio alimentario», explica, enfatizando que este conocimiento es esencial para su futuro y el del planeta.
Roca también menciona que en otros países, como en algunas naciones nórdicas y Japón, ya se está implementando este tipo de educación. La cocina se considera una parte integral de la cultura y se entiende como una forma de preservar la salud de las personas y del medio ambiente. La clave, según Roca, es que las decisiones que tomemos hoy sobre lo que comemos y cómo lo hacemos serán determinantes para el futuro.
La relación con la comida y el desperdicio
El desperdicio alimentario es otro tema crítico que Roca aborda. En un mundo donde millones de personas pasan hambre, el hecho de que se desperdicie un 30% de la comida es inaceptable. Roca señala que la falta de planificación en las compras y la falta de conciencia sobre el valor de los alimentos son factores que contribuyen a este problema. Sin embargo, también observa un cambio positivo entre las nuevas generaciones, quienes parecen más conscientes de la importancia de reciclar y aprovechar los recursos.
La cocina como ciencia y arte
Finalmente, Roca destaca que la cocina es una ciencia que implica transformaciones químicas. Cada receta es un experimento que puede enseñarnos sobre los ingredientes y sus propiedades. A través de su libro «Las deliciosas aventuras de los hermanos Roca», busca transmitir esta perspectiva científica de la cocina, mostrando que entender la química detrás de la alimentación puede enriquecer nuestra relación con la comida.
La visión de Roca sobre el futuro de la alimentación es un llamado a la acción. Nos invita a reflexionar sobre nuestras prácticas culinarias, a valorar la comida que consumimos y a educar a las futuras generaciones sobre la importancia de la cocina y la nutrición. En un mundo en constante cambio, la cocina sigue siendo un pilar fundamental de nuestra cultura y bienestar.