En el mundo de las inversiones, la promesa de altos rendimientos puede ser tentadora, pero también peligrosa. Este es el caso del Madeira Invest Club (MIC), un proyecto que, tras un año y medio de actividad, se ha visto envuelto en un escándalo de estafa que ha dejado a miles de inversores en la ruina. La historia de este club de inversiones es un ejemplo de cómo el deseo de enriquecerse rápidamente puede llevar a muchos a caer en trampas financieras bien elaboradas.
### La Ascensión y Caída del Madeira Invest Club
El Madeira Invest Club fue fundado en enero de 2023 por Álvaro Romillo, quien se presentó como un experto en criptomonedas y un visionario de las inversiones. Con promesas de rentabilidades mínimas del 20% anual, el MIC atrajo a una gran cantidad de inversores, muchos de los cuales eran personas comunes en busca de mejorar su situación económica. Romillo utilizó un canal de Telegram para comunicarse con sus seguidores, creando una comunidad que confiaba en su liderazgo.
Sin embargo, el 16 de septiembre de 2024, el club cerró de manera abrupta, dejando a sus miembros sin acceso a sus fondos. En un video, Romillo anunció que la empresa se veía obligada a cesar operaciones debido a una investigación que, según él, se basaba en informaciones periodísticas que vinculaban al club con figuras políticas controvertidas. A partir de ese momento, el canal de Telegram fue desactivado y las oficinas del MIC permanecieron cerradas.
La investigación de la Audiencia Nacional y la brigada antiblanqueo de la Policía Nacional reveló que el MIC operaba como una estafa piramidal. Antes de su colapso, Romillo había comenzado a retirar grandes sumas de dinero, enviando más de 29 millones de euros a cuentas en Singapur desde Portugal. Esta operativa sospechosa alertó a las autoridades, que bloquearon las cuentas involucradas. A medida que se profundizaba la investigación, se descubrió que el MIC había establecido un entramado societario internacional para blanquear el dinero de los inversores.
### La Conexión Política y el Dinero en Efectivo
Uno de los aspectos más inquietantes de este caso es la conexión entre Álvaro Romillo y Luis ‘Alvise’ Pérez, un político que ha sido objeto de controversia por su estilo provocador y sus posturas extremas. Según las investigaciones, Pérez recibió 100.000 euros en efectivo de Romillo, dinero que supuestamente iba destinado a financiar su campaña electoral. Este pago ha generado sospechas de financiación ilegal, lo que ha llevado a la apertura de una investigación en el Tribunal Supremo.
La relación entre Romillo y Pérez se consolidó en un contexto donde ambos compartían intereses comunes en el ámbito de las criptomonedas y la evasión fiscal. A medida que el MIC se acercaba a su colapso, Pérez y Romillo mantenían conversaciones constantes sobre cómo colaborar en el ámbito político y financiero. La promesa de Pérez de convertirse en una figura clave en el Parlamento Europeo, junto con la influencia de Romillo, creó un ambiente propicio para la manipulación y el engaño.
Los eventos organizados por el MIC, que atrajeron a cientos de inversores, se convirtieron en plataformas para promover no solo las inversiones del club, sino también la figura de Pérez como un líder político emergente. En uno de estos eventos, celebrado en el Hipódromo de la Zarzuela, se gastaron más de 200.000 euros en la organización, lo que demuestra la magnitud de la operación y la atracción que ejercía sobre los asistentes.
La investigación ha revelado que el MIC no solo ofrecía inversiones en criptomonedas, sino que también prometía rendimientos a través de la compra de obras de arte digital, relojes de lujo y otros activos. Sin embargo, la realidad era que muchos de estos activos eran sobrevalorados o inexistentes, y el dinero de los inversores se utilizaba para cubrir los gastos operativos del club y enriquecer a sus fundadores.
La trama se complica aún más con la aparición de múltiples sociedades en países como Estados Unidos, República Dominicana y Estonia, que facilitaban el flujo de dinero y la evasión de responsabilidades. La Guardia Civil ha identificado al menos 11 sociedades instrumentales que formaban parte de este entramado, lo que pone de manifiesto la sofisticación del esquema de estafa.
El caso del Madeira Invest Club es un recordatorio de los riesgos asociados con las inversiones en criptomonedas y la importancia de la regulación en el sector financiero. A medida que las autoridades continúan investigando, los afectados esperan recuperar sus fondos y que se haga justicia por las pérdidas sufridas. La historia de Romillo y Pérez es un ejemplo de cómo la ambición desmedida y la falta de escrúpulos pueden llevar a la ruina a miles de personas.