El mercado laboral español enfrenta un desafío significativo debido al envejecimiento de su población. En la última década, se ha observado una notable disminución en el número de trabajadores nativos en el grupo de edad de 30 a 45 años. Este fenómeno, que ha llevado a la pérdida de aproximadamente un millón de trabajadores en este rango de edad, plantea preguntas sobre el futuro del empleo y la economía en España.
**Evolución Demográfica y su Impacto en el Empleo**
Desde 2015, el número de trabajadores españoles nacidos en el país ha disminuido drásticamente, pasando de cerca de 6,5 millones a solo 5,5 millones. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente solo el 33% de los trabajadores nacidos en España tiene entre 30 y 45 años, lo que representa una caída de once puntos porcentuales en comparación con 2015, cuando este grupo constituía el 44% del total. En contraste, el porcentaje de trabajadores mayores de 45 años ha aumentado al 53%, lo que indica un cambio demográfico significativo en el mercado laboral.
Este aumento en la proporción de trabajadores mayores se debe en parte a la mejora en la esperanza de vida y al retraso en la jubilación. Sin embargo, la pérdida de trabajadores jóvenes es preocupante, ya que este grupo es fundamental para la innovación y el crecimiento económico. La situación se agrava por el hecho de que muchos jóvenes españoles optan por buscar oportunidades laborales en el extranjero, donde las condiciones suelen ser más favorables.
**El Papel de la Inmigración en el Mercado Laboral**
A pesar de la disminución de trabajadores nativos, la inmigración ha jugado un papel crucial en la compensación de esta pérdida. Actualmente, hay más de dos millones de trabajadores nacidos en el extranjero en España, un aumento de 700.000 en la última década. Sin embargo, este incremento no ha sido suficiente para estabilizar la fuerza laboral en el grupo de edad de 30 a 45 años, que ha visto una reducción de casi 300.000 ocupados desde 2015.
La tendencia de los flujos migratorios también está cambiando. En 2022, España ganó 600.000 nuevos residentes, pero esta cifra ha ido disminuyendo, con 530.000 en 2023 y menos de 500.000 proyectados para 2024. Además, la mayoría de los inmigrantes que llegan al país son mayores de 45 años, lo que no ayuda a mitigar la falta de trabajadores jóvenes.
El Banco Central Europeo (BCE) ha destacado la importancia de los trabajadores extranjeros en el crecimiento económico de España, señalando que su presencia ha complementado la contribución de la población nacional en edad de trabajar. Sin embargo, la sostenibilidad de este crecimiento está en riesgo si las tendencias migratorias continúan a la baja.
**Desafíos Futuros para el Mercado Laboral Español**
Uno de los principales desafíos que enfrenta España es la baja natalidad, que afecta tanto a la población española como a la extranjera. Las tasas de fecundidad han disminuido, y las madres extranjeras, que solían contribuir a un aumento en la natalidad, ahora están adoptando patrones similares a los de las españolas, lo que agrava la situación. Factores como la falta de recursos económicos y la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar están detrás de esta tendencia.
La situación actual plantea serias interrogantes sobre la capacidad de España para mantener su fuerza laboral y, por ende, su crecimiento económico. La combinación de un envejecimiento poblacional, la emigración de jóvenes y la baja natalidad sugiere que el país necesita urgentemente implementar políticas que fomenten la inclusión de trabajadores jóvenes y la retención de talento.
En resumen, el declive de los trabajadores españoles de entre 30 y 45 años es un fenómeno complejo que requiere atención inmediata. La combinación de factores demográficos, económicos y sociales está transformando el panorama laboral en España, y es crucial que se tomen medidas para abordar estos desafíos y garantizar un futuro sostenible para el mercado laboral del país.