La vida cotidiana de los españoles se ha vuelto cada vez más complicada debido al aumento de los precios de los alimentos frescos. A pesar de que la inflación parece estar estabilizándose, los hogares enfrentan un reto significativo al intentar llenar su cesta de la compra. Según un informe reciente, los españoles han reducido la cantidad de alimentos frescos que compran, pero el gasto en esta categoría ha aumentado drásticamente. Este fenómeno plantea preguntas sobre el impacto de la inflación en la alimentación y el comportamiento de compra de los consumidores.
Un análisis de los datos de Kantar Worldpanel revela que, en 2024, los españoles compraron un 9% menos de alimentos frescos en comparación con 2021. En términos de volumen, esto se traduce en una disminución de aproximadamente 3 kilos por acto de compra. Sin embargo, el precio medio por kilo ha aumentado de 3,1 euros en 2021 a 3,7 euros en 2024. Esto significa que, aunque los consumidores están comprando menos, están gastando un 20% más en alimentos frescos, lo que representa un desafío considerable para las familias que intentan equilibrar su presupuesto.
### Cambios en el Comportamiento de Compra
La tendencia de compra de alimentos frescos ha cambiado notablemente en los últimos años. A pesar de que la frecuencia de las visitas al supermercado se ha mantenido relativamente estable, con 191 visitas en 2021 y 190,4 en 2024, la cantidad de productos frescos adquiridos ha disminuido. Esto sugiere que los consumidores están optando por comprar menos en cada visita, lo que puede ser una estrategia para controlar el gasto en un contexto de precios crecientes.
Los datos también indican que los alimentos frescos siguen siendo una parte esencial de la dieta de los españoles, representando cuatro de cada diez euros gastados en alimentación. En promedio, las familias destinan alrededor de 40 euros semanales a productos frescos, lo que resalta la importancia de esta categoría en la cesta de la compra. A pesar de la presión inflacionaria, los frescos continúan siendo una prioridad para los consumidores, quienes buscan mantener una dieta saludable.
### Desigualdades Regionales en el Gasto
El consumo de alimentos frescos en España varía significativamente entre las diferentes comunidades autónomas. El País Vasco se destaca como la región con el mayor gasto en frescos, con una inversión media de 2.608 euros anuales, lo que representa un 24% más que la media nacional de 2.098 euros. Esta diferencia se hace aún más evidente al comparar el gasto del País Vasco con el de Canarias, donde el gasto en frescos es considerablemente menor, alcanzando solo 1.689 euros anuales. Esta brecha en el gasto refleja no solo diferencias en el poder adquisitivo, sino también en las preferencias culturales y alimentarias de cada región.
Cataluña, Castilla y León y Galicia también se encuentran entre las comunidades que más invierten en alimentos frescos, con gastos anuales de 2.322, 2.315 y 2.241 euros, respectivamente. Estas cifras indican que el acceso y la capacidad de gasto en alimentos frescos no son homogéneos en todo el país, lo que puede tener implicaciones en la salud y el bienestar de los ciudadanos.
### La Preferencia por los Supermercados
El cambio en los hábitos de compra también se refleja en la preferencia por los supermercados frente a los mercados tradicionales. En la actualidad, el 58% de los consumidores elige realizar sus compras de alimentos frescos en supermercados, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Esta tendencia se debe en gran medida a la percepción de mejor relación calidad-precio y la conveniencia de poder adquirir todos los productos en un solo lugar.
El crecimiento de las compras en supermercados ha tenido un impacto negativo en los canales tradicionales, como los mercados, que han visto disminuir su clientela. En 2024, los mercados especializados solo representaron el 25% de las ventas totales de productos frescos. Esta transformación en el panorama de compra podría tener consecuencias a largo plazo para la economía local y la diversidad de opciones alimentarias disponibles para los consumidores.
Dentro de la categoría de alimentos frescos, las frutas y verduras siguen siendo los productos más comprados, representando el 63% del total de la cesta de frescos. Sin embargo, otros productos como la carne fresca y el pan también han visto un aumento en su participación en el gasto total. Por otro lado, el pescado y marisco frescos han experimentado una caída en su presencia en la cesta de la compra, lo que podría indicar un cambio en las preferencias alimentarias de los españoles.
En resumen, el aumento de precios en los alimentos frescos ha llevado a los consumidores a modificar sus hábitos de compra, priorizando la cantidad y el gasto en un contexto de inflación. Las diferencias regionales en el gasto y la preferencia por los supermercados son aspectos clave que reflejan la complejidad de la situación actual en el mercado alimentario español.