El 28 de abril de 2025, España se vio sumida en una crisis sin precedentes debido a un apagón eléctrico que afectó a casi todo el país. Desde aeropuertos hasta carreteras, pasando por trenes y metros, la falta de energía paralizó prácticamente toda la Península Ibérica. Este evento generó un gran desconcierto y preocupación entre la población, que se preguntaba sobre las causas de esta crisis y la posibilidad de que se repitiera en el futuro. El presidente del Gobierno, tras reunirse con el Consejo de Seguridad Nacional, compareció ante los medios para transmitir un mensaje de calma y responsabilidad ante la crisis. Sin embargo, la inquietud por la probabilidad de que un apagón similar vuelva a ocurrir ha ido en aumento. En este contexto, la inteligencia artificial ha realizado una estimación sobre cuándo podría suceder el próximo apagón en España, sugiriendo que podría ocurrir el 17 de agosto de 2025.
La fecha propuesta por la inteligencia artificial puede parecer arbitraria, pero se basa en factores estadísticos que aumentan la probabilidad de apagones en determinados momentos del año. El verano, especialmente agosto, es un periodo en el que la demanda eléctrica es más alta debido al calor y al uso constante de ventiladores y aires acondicionados. Además, este periodo se caracteriza por tormentas y fenómenos meteorológicos que pueden afectar a las redes eléctricas, generando cortes de energía. Sin embargo, es importante aclarar que este pronóstico no es una predicción oficial, sino una estimación especulativa generada por inteligencia artificial que evalúa la probabilidad de eventos similares en función de patrones previos y condiciones actuales.
### Causas del Apagón Eléctrico
Los apagones eléctricos pueden deberse a una variedad de factores. Uno de los más comunes es la sobrecarga de las redes eléctricas, especialmente en períodos de alta demanda, como el verano. Durante estos meses, las temperaturas elevadas incrementan el uso de aire acondicionado y otros sistemas de refrigeración, lo que genera una demanda extra de energía. Si la infraestructura no está suficientemente preparada para soportar este incremento, pueden producirse fallos en las redes.
El cambio climático también juega un papel crucial en la frecuencia de los apagones. Las condiciones meteorológicas extremas, como tormentas eléctricas, vientos fuertes o altas temperaturas, pueden dañar las infraestructuras de distribución de energía. Fenómenos naturales como incendios forestales o inundaciones pueden destruir cables y subestaciones, afectando el suministro eléctrico. Además, las averías técnicas en las infraestructuras son otro factor a considerar. Aunque las compañías eléctricas realizan un mantenimiento constante, muchas de las redes eléctricas en Europa, incluida España, fueron diseñadas hace varias décadas y no siempre están equipadas para manejar las demandas actuales.
Por último, los fallos humanos en la gestión de las redes o en la toma de decisiones pueden contribuir a la ocurrencia de apagones. La falta de inversiones en infraestructura o la falta de preparación ante emergencias puede agravar una crisis energética, extendiendo la duración de los apagones. Para evitar la repetición de estos eventos, los expertos sugieren una serie de medidas que incluyen mejoras en las infraestructuras, una mayor inversión en energías renovables y una mejor planificación y gestión de los recursos energéticos. La digitalización de las redes, mediante el uso de tecnologías como la inteligencia artificial para predecir y gestionar la demanda, podría ser una solución para evitar futuros colapsos.
### Preparativos para un Futuro Apagón
Ante la posibilidad de un nuevo apagón eléctrico, es fundamental que los ciudadanos se preparen adecuadamente. Un kit de supervivencia se convierte en una herramienta esencial en estos casos. Según las recomendaciones de la Unión Europea, este kit debe incluir agua embotellada (al menos 5 litros por persona), alimentos no perecederos fáciles de preparar, como conservas o sopas instantáneas, y una radio a pilas para mantenerse informado sobre la situación. También es importante contar con una linterna con pilas de repuesto, una batería extra para el móvil y un hornillo portátil con gas envasado para poder cocinar.
Además, se deben incluir artículos como combustible, cerillas, dinero en efectivo y medicamentos esenciales. No debe faltar un material básico de primeros auxilios, pastillas de yodo (para protección radiológica en situaciones extremas) y un extintor. Finalmente, es importante tener artículos de higiene personal para mantener una mínima salud y bienestar durante una crisis. Prepararse para un apagón no solo es una cuestión de comodidad, sino una necesidad en un mundo donde la dependencia de la electricidad es cada vez mayor.