La situación energética en España ha alcanzado niveles alarmantes, con un notable desperdicio de energía renovable que supera el 10%. Este fenómeno se ha intensificado desde el apagón del 28 de abril, lo que ha llevado a un aumento significativo en la cantidad de energía limpia que no puede ser utilizada debido a restricciones en la red eléctrica. A pesar de que la generación de energía renovable, especialmente la solar y eólica, ha alcanzado cifras récord, la infraestructura actual no es capaz de absorber toda esta producción, lo que plantea serios desafíos para el futuro energético del país.
La Red Eléctrica de España ha informado que, en julio de 2025, el porcentaje de energía renovable no absorbida por las limitaciones técnicas de la red superó el 10%, una cifra alarmante en comparación con el 2% registrado en meses anteriores. Este aumento se debe a la incapacidad del sistema para gestionar la creciente demanda de energía, exacerbada por las altas temperaturas que han afectado al país. La falta de almacenamiento energético y la necesidad de mantener un equilibrio entre la generación y la demanda son factores clave que contribuyen a esta problemática.
### La Infraestructura Eléctrica y sus Limitaciones
Las limitaciones en la infraestructura de la red de transporte y distribución son una de las principales causas del desperdicio de energía renovable. A medida que la generación de energía limpia aumenta, también lo hace la necesidad de una red eléctrica más robusta que pueda gestionar esta producción de manera eficiente. Sin embargo, la realidad es que el sistema actual no está preparado para absorber toda la energía generada, lo que resulta en un desperdicio significativo.
La variabilidad inherente a las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, también complica la situación. Estas fuentes son intermitentes y requieren un sistema de respaldo que pueda proporcionar energía de manera constante. Las centrales nucleares y de ciclo combinado, que son más resilientes a contratiempos, no han tenido un papel destacado en el mix energético desde el apagón, lo que ha llevado a una mayor dependencia de las energías renovables sin la infraestructura adecuada para soportarlas.
El consejero delegado de Endesa ha señalado que cada vez más hogares y empresas desean electrificarse, pero muchos se ven impedidos por la falta de capacidad en la red. Esta situación no solo limita el crecimiento del sector energético, sino que también representa una oportunidad perdida para el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.
### La Necesidad de Inversiones en Energías Renovables
Para abordar el problema del desperdicio de energía renovable, es crucial realizar inversiones significativas en la infraestructura eléctrica. Las grandes compañías eléctricas han advertido que si no se realizan cambios en la regulación y se aumentan las tasas de retribución financiera para la actividad de distribución eléctrica, podrían verse obligadas a reducir sus inversiones en el sector. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto un aumento en la tasa de retribución financiera, pero las empresas consideran que esta cifra aún es insuficiente para fomentar las inversiones necesarias.
El futuro del sistema eléctrico español depende de la capacidad de integrar de manera efectiva las energías renovables en la red. En julio de 2025, las energías limpias representaron el 55,2% del mix eléctrico nacional, con la solar alcanzando un récord de 6,293 GWh. Sin embargo, para que estas cifras se traduzcan en un suministro energético fiable y sostenible, es fundamental que se realicen las inversiones adecuadas en la infraestructura de la red.
Además, el aumento de la capacidad de almacenamiento energético es esencial para gestionar la intermitencia de las energías renovables. Sin un sistema de almacenamiento eficiente, el país seguirá enfrentando el desafío de desperdiciar una parte significativa de su producción de energía limpia. Las tecnologías de almacenamiento, como las baterías, deben ser una prioridad en la agenda energética para garantizar que la energía generada pueda ser utilizada cuando sea necesario.
En resumen, España se encuentra en una encrucijada energética. A pesar de los avances en la generación de energía renovable, la falta de infraestructura adecuada y la incapacidad para gestionar la demanda están llevando a un desperdicio alarmante de recursos. La solución a este problema radica en la inversión en infraestructura, almacenamiento y una regulación que fomente el crecimiento del sector energético. Solo así se podrá aprovechar al máximo el potencial de las energías renovables y garantizar un futuro energético sostenible para el país.