Cuando el otoño se asienta en España, los paisajes naturales se transforman en un espectáculo de colores y sensaciones. Los parques nacionales del país ofrecen una experiencia única para aquellos que buscan disfrutar de la belleza de la naturaleza en esta estación. Con 16 parques nacionales repartidos por la península y las islas, hay siete que destacan especialmente en otoño por su vegetación, paisajes y la tranquilidad que ofrecen. A continuación, exploramos estos destinos ideales para una escapada otoñal.
### Ordesa y Monte Perdido: Un Paraíso en el Pirineo
Ubicado en el corazón del Pirineo oscense, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los lugares más impresionantes de España. Durante el otoño, sus valles glaciares se tiñen de tonos amarillos, naranjas y rojizos, creando un paisaje de ensueño. Los hayedos y abetales que rodean el río Arazas ofrecen un escenario perfecto para los amantes de la fotografía y el senderismo.
Entre las rutas más populares se encuentra la senda de los Cazadores y el camino hacia la Cola de Caballo, una de las cascadas más emblemáticas del parque. La entrada principal se encuentra en Torla, un pintoresco pueblo que sirve como punto de partida para muchas excursiones. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de la majestuosidad del Pirineo en su versión más otoñal, rodeados de un ambiente tranquilo y acogedor.
### Picos de Europa: Montañas y Valles en Armonía
El Parque Nacional de Picos de Europa, que abarca territorios de Asturias, Cantabria y León, es el primer parque nacional de España y sigue siendo uno de los más impresionantes. En otoño, los valles de Valdeón y Sajambre se convierten en un espectáculo visual, donde los colores de los hayedos y robledales contrastan con las cumbres que comienzan a recibir las primeras nieves.
La famosa Ruta del Cares, que conecta Caín con Poncebos, es una de las rutas más conocidas y ofrece vistas espectaculares del desfiladero. Además, los Lagos de Covadonga presentan una imagen completamente diferente en esta época del año, con la niebla que se cuela entre las montañas, creando un ambiente mágico. Los pueblos de Caín y Sotres son excelentes puntos de partida para explorar esta maravilla natural, donde cada valle ofrece una perspectiva única.
### Sierra de Guadarrama: Naturaleza a un Paso de Madrid
A tan solo una hora de Madrid, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es un destino ideal para quienes buscan disfrutar del otoño sin grandes desplazamientos. Sus pinares, robledales y matorrales de altura cambian de color, ofreciendo paisajes fotogénicos que invitan a la exploración.
El valle de Valsaín, en la vertiente segoviana, es uno de los lugares más recomendables para disfrutar de la belleza otoñal. Aunque el color no es tan pronunciado como en otros parques, el aroma húmedo de los pinos y la tranquilidad del entorno hacen de este lugar un refugio perfecto. Las rutas bien señalizadas, como el Camino Schmidt o la subida a la Laguna de Peñalara, permiten a los visitantes caminar entre bosques y miradores naturales, disfrutando de la diversidad de ambientes en pocos kilómetros.
### Monfragüe: Un Oasis Mediterráneo
El Parque Nacional de Monfragüe, en Extremadura, ofrece una experiencia otoñal diferente. Aquí, el paisaje mediterráneo de encinas y alcornoques se llena de vida con las primeras lluvias. El río Tajo atraviesa el parque, creando cortados donde anidan diversas especies de aves, convirtiéndolo en uno de los mejores lugares de España para el avistamiento de aves.
Las rutas que llevan al castillo de Monfragüe o al Salto del Gitano ofrecen vistas impresionantes del valle. Durante el otoño, también se puede disfrutar de la berrea de los ciervos, un espectáculo natural que atrae a muchos visitantes. Aunque Monfragüe no es tan colorido como otros parques, su fuerza natural y su biodiversidad lo hacen un lugar especial para explorar.
### Aigüestortes i Estany de Sant Maurici: Agua y Montaña
En el corazón del Pirineo catalán, el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es un paraíso de agua y montaña. Con más de 200 lagos y estanques rodeados de picos y valles glaciares, este parque se transforma en otoño, cuando los abetos y álamos tiñen las laderas de tonos dorados y rojizos.
Las rutas que llevan hasta Aigüestortes o al mirador del Estany son ideales para disfrutar del color del otoño en alta montaña. Las temperaturas comienzan a descender, y no es raro que aparezcan las primeras heladas, lo que otorga al parque un aspecto más salvaje y sereno. Los visitantes pueden acceder al parque desde Espot o el valle de Boí, cada uno ofreciendo paisajes únicos.
### Sierra Nevada: Altura y Contrastes
El parque nacional más alto de la península, Sierra Nevada, también tiene su encanto especial en otoño. En las laderas más bajas, los robles y castaños cambian de color, mientras que las cumbres se cubren de blanco. Este contraste entre el frío de las alturas y la calidez de los pueblos de la Alpujarra granadina crea un paisaje fascinante.
Las rutas del Barranco de Poqueira, que conecta Pampaneira, Bubión y Capileira, son altamente recomendadas. El otoño es un momento ideal para recorrer estos caminos tradicionales, disfrutando de vistas espectaculares al Mulhacén y al Veleta, mientras se experimenta la luz del sur combinada con el aire fresco de la altura.
### Garajonay: Un Bosque Subtropical
En las Islas Canarias, el Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera, presenta un otoño diferente. Aquí, la laurisilva se mantiene siempre verde y cubierta de niebla, creando un ambiente mágico. Este bosque subtropical, que es un vestigio de los que cubrían Europa hace millones de años, conserva su aspecto casi inmutable durante todo el año.
Los senderos de El Cedro, La Zarcita o Alto de Garajonay permiten a los visitantes recorrer un paisaje de helechos, musgos y árboles retorcidos. La temperatura se mantiene suave, y el ambiente entre la niebla y el silencio ofrece una experiencia única, donde los ocres y rojizos se encuentran en el suelo, tapizado por hojas acumuladas a lo largo de los años.

 
									 
					 
