La transición energética hacia fuentes renovables ha sido un tema de creciente relevancia en España, especialmente en el contexto de la crisis climática y la necesidad de reducir las emisiones de carbono. Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos, como lo evidenció el apagón masivo que afectó a toda España peninsular el 28 de abril de 2025. Este evento ha puesto de manifiesto las advertencias realizadas por Red Eléctrica de España (REE) en informes previos, donde se alertaba sobre la necesidad de una infraestructura adecuada para soportar un sistema eléctrico cada vez más dependiente de las energías renovables.
**El Informe de Corredor y sus Advertencias**
Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, matriz de Red Eléctrica, asumió su cargo en febrero de 2020. Desde entonces, la compañía ha emitido varios informes sobre el sistema eléctrico español, destacando la importancia de desarrollar interconexiones y capacidades de almacenamiento para facilitar la integración de energías renovables. En un informe emitido en 2020, se subrayó que, para alcanzar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé que la generación renovable alcance el 83%, era crucial aumentar la capacidad del sistema eléctrico.
Corredor enfatizó que la estabilidad del sistema eléctrico es fundamental, y que la integración de energías renovables, dada la limitada interconexión de España con otros sistemas europeos, tiene un impacto significativo en la estabilidad de frecuencia. La frecuencia eléctrica debe mantenerse en 50 Hz para asegurar un suministro confiable. Sin embargo, el informe advirtió que la reducción de la inercia en el sistema podría llevar a riesgos de inestabilidad, especialmente ante grandes desequilibrios en la oferta y la demanda.
Este análisis se volvió especialmente relevante tras el apagón de abril, que dejó a millones de españoles sin electricidad durante casi 23 horas. Aunque las causas exactas aún están bajo investigación, se ha señalado que una desconexión masiva de plantas solares en el suroeste de España pudo haber contribuido al colapso del sistema. Este evento ha reavivado el debate sobre la capacidad del sistema eléctrico español para manejar una creciente proporción de generación renovable sin las infraestructuras necesarias.
**La Necesidad de Inversiones en Infraestructura**
El informe de Red Eléctrica no solo destaca la importancia de la estabilidad de frecuencia, sino que también subraya la necesidad de realizar inversiones significativas en infraestructura. La falta de interconexiones adecuadas y de instalaciones de almacenamiento puede limitar la capacidad del sistema para manejar la variabilidad inherente a las energías renovables, como la solar y la eólica. Esto es especialmente crítico en un contexto donde se espera que la generación renovable continúe aumentando.
La advertencia de Corredor sobre la necesidad de un “mix” energético que incluya fuentes de energía más estables, como las nucleares y las de ciclo combinado, es un punto clave en este debate. La transición hacia un sistema eléctrico más sostenible no puede realizarse de manera efectiva sin una planificación adecuada y sin las inversiones necesarias para asegurar que el sistema pueda operar de manera segura y eficiente.
El apagón de abril ha puesto de relieve la urgencia de estas inversiones. La falta de una infraestructura robusta puede llevar a situaciones de crisis, como la que se vivió recientemente, donde la desconexión de plantas solares dejó al sistema vulnerable. La necesidad de un enfoque más integrado y coordinado en la planificación energética es evidente, y los responsables políticos deben tomar en cuenta las advertencias de expertos y organismos como Red Eléctrica.
La situación actual exige una respuesta proactiva por parte del gobierno y de las empresas del sector energético. La implementación de políticas que fomenten la inversión en infraestructura, así como el desarrollo de tecnologías de almacenamiento y de interconexión, son pasos esenciales para garantizar un futuro energético sostenible y seguro para España. La transición energética no solo es una cuestión de política ambiental, sino también de seguridad y estabilidad del suministro eléctrico, aspectos que deben ser prioritarios en la agenda nacional.