Un reciente informe de los servicios secretos franceses ha puesto en evidencia la creciente influencia de los Hermanos Musulmanes en el país, revelando una red de infiltración que abarca diversos sectores de la sociedad. Este documento, que se extiende a lo largo de 73 páginas, ha sido presentado por el ministro del Interior, Bruno Retailleau, y describe un panorama alarmante sobre la penetración de esta organización en Francia, que se considera «minada desde el interior».
### La Amenaza del Islamismo Político
El informe detalla que un 7% de las 2.800 mezquitas en Francia están bajo el control de los Hermanos Musulmanes, una organización que busca implementar la ley islámica, o sharía, en el país. En total, se han identificado 139 lugares de culto asociados a esta organización, además de otras 68 mezquitas que están alineadas con sus objetivos. Los servicios de inteligencia han estimado que el núcleo duro de esta organización está compuesto por aproximadamente 400 individuos.
La infiltración de los Hermanos Musulmanes se extiende a múltiples áreas, incluyendo la educación, la caridad, y el deporte. En el ámbito educativo, se han identificado 21 colegios que no cumplen con el programa nacional de educación, donde se enseña el Corán y se propagan ideas islamistas que contradicen los valores republicanos. Estos colegios albergan a cerca de 4.200 alumnos y son financiados por países como Kuwait, Catar y Egipto, que aportan materiales educativos que promueven la segregación de género y la supremacía de las leyes islámicas.
El informe también destaca el papel de los predicadores y los influencers en redes sociales, quienes actúan como intermediarios entre el islamismo radical y los jóvenes de Francia. Estos individuos han encontrado en las plataformas digitales una vía para difundir su ideología, convirtiéndose en una puerta de entrada para muchos jóvenes francófonos europeos que buscan conocer más sobre el islam.
### Redes de Influencia y Actividades Caritativas
Los servicios secretos han identificado alrededor de 30 asociaciones caritativas islamistas en Francia, de las cuales 16 están dirigidas por salafistas y cuatro están bajo el control directo de los Hermanos Musulmanes. Un ejemplo notable es la asociación «Humani’terre», creada en 2018, que ha sido objeto de una investigación judicial por su supuesta financiación de actividades terroristas en beneficio de Hamás. Este tipo de organizaciones no solo recaudan fondos, sino que también organizan actividades que fomentan la cohesión social entre las comunidades musulmanas, a menudo en barrios con alta concentración de población musulmana y en condiciones económicas precarias.
El informe también menciona cómo estas redes han logrado establecer relaciones clientelistas con los ayuntamientos locales, lo que les permite avanzar en sus agendas. A medida que estas organizaciones se consolidan, se imponen normas sociales que incluyen la vestimenta islámica y el respeto por el ayuno durante el mes de Ramadán, lo que contribuye a la creación de comunidades cada vez más cerradas y homogéneas.
La situación se ha vuelto aún más tensa tras los recientes acontecimientos en Gaza, donde la violencia ha alimentado un aumento de las actividades antisionistas en las mezquitas. Predicadores y conferenciantes han sido invitados a hablar sobre la situación en Palestina, lo que ha llevado a un incremento en la radicalización de ciertos sectores de la población musulmana en Francia.
El informe, que había permanecido silenciado hasta ahora, plantea serias preguntas sobre la respuesta del gobierno francés ante esta amenaza. La ambigüedad del presidente Emmanuel Macron hacia el fenómeno del islamismo radical ha sido criticada por académicos y expertos, quienes han señalado que su falta de acción podría estar contribuyendo a la expansión de estas redes.
La revelación de este informe debería servir como un llamado de atención para todos los políticos, tanto en Francia como en el resto de Europa, que han ignorado o minimizado la amenaza del islamismo radical. La creciente influencia de los Hermanos Musulmanes en Francia no solo representa un desafío para la seguridad nacional, sino que también pone en riesgo los valores fundamentales de la República, que se basa en la laicidad y la igualdad de derechos para todos sus ciudadanos.