Alcampo, la conocida cadena de supermercados, ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) que impactará a 710 trabajadores en España. Este ajuste de plantilla se produce en un contexto de crisis económica que ha llevado a la empresa a cerrar hasta 25 de sus establecimientos. La situación es especialmente grave en las comunidades de Madrid y Castilla y León, donde se concentrará más del 50% de los cierres y despidos.
La compañía, que forma parte del grupo Auchan, ha estado enfrentando dificultades financieras en los últimos años, con pérdidas significativas que han afectado su operativa. En total, se verán afectados 153 supermercados en diversas comunidades autónomas, siendo Castilla y León la más perjudicada, con hasta 43 locales en riesgo. En Madrid, se prevé que 39 establecimientos también sufran cambios, incluyendo 36 supermercados y 3 hipermercados.
### Impacto en Castilla y León
En Castilla y León, la situación es alarmante, ya que la comunidad alberga la mayor parte de los supermercados que se verán afectados por el ERE. Según los sindicatos, la provincia de Burgos será la más afectada, con 14 establecimientos en riesgo de cierre o reestructuración. León y Valladolid seguirán con 8 supermercados cada uno, mientras que Salamanca tendrá 7 y Palencia y Zamora solo 3. Sin embargo, hay provincias que no sufrirán cambios, como Segovia, Soria y Ávila.
Los sindicatos han comenzado a presionar a la dirección de Alcampo para que se minimicen los efectos del ERE y se busquen alternativas que eviten despidos masivos. La situación ha generado preocupación entre los trabajadores y sus familias, quienes temen por su futuro laboral en un momento ya complicado por la crisis económica.
### La Situación en Madrid
La Comunidad de Madrid, uno de los núcleos más importantes para Alcampo en España, también se verá gravemente afectada por el ERE. Con 39 establecimientos en riesgo, la capital se convierte en un punto crítico para la cadena. Entre los hipermercados que se cerrarán se encuentran los de Alcorcón, Alcobendas y Majadahonda, lo que representa un golpe significativo para la presencia de Alcampo en la región.
A pesar de que Madrid y Castilla y León concentran la mayor parte de los cierres, otras comunidades también experimentarán ajustes. Aragón, por ejemplo, tendrá 37 supermercados en peligro, la mayoría de ellos en Zaragoza. En total, se estima que el ERE afectará a un amplio espectro de la red de Alcampo en España, lo que refleja la magnitud de la crisis que enfrenta la empresa.
La dirección de Alcampo ha justificado estas medidas como parte de un plan de «transformación y adaptación al futuro». Según sus declaraciones, el objetivo es recuperar la rentabilidad y asegurar un crecimiento sostenible en todas las tiendas. Sin embargo, muchos trabajadores ven este ajuste como una medida desesperada que podría tener consecuencias a largo plazo para la empresa y sus empleados.
Los sindicatos han comenzado a negociar con la dirección de Alcampo para buscar soluciones que minimicen el impacto del ERE. La mesa negociadora se ha constituido recientemente y ambas partes están trabajando para encontrar alternativas que eviten despidos y cierres de tiendas. Sin embargo, la situación sigue siendo incierta y muchos empleados se sienten angustiados ante la falta de claridad sobre su futuro laboral.
La crisis de Alcampo no es un caso aislado, sino que refleja una tendencia más amplia en el sector de la distribución, donde muchas empresas están luchando por adaptarse a un entorno económico cambiante. La competencia, la digitalización y los cambios en los hábitos de consumo han llevado a muchas cadenas a replantearse su modelo de negocio y, en algunos casos, a realizar ajustes drásticos en su plantilla.
En este contexto, el ERE de Alcampo es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el sector y de la necesidad de encontrar soluciones sostenibles que protejan tanto a los empleados como a la viabilidad de las empresas. A medida que las negociaciones avanzan, será crucial que todas las partes involucradas trabajen juntas para encontrar un camino que minimice el impacto en los trabajadores y asegure la continuidad de la empresa en el futuro.