La llegada de Santos Cerdán al Tribunal Supremo ha estado marcada por un ambiente tenso y hostil. El ex secretario de Organización del PSOE fue recibido con gritos de «¡ladrón!», «¡chorizo!» y «¡sinvergüenza!» por parte de un grupo de ciudadanos que se congregó en las inmediaciones del tribunal. Esta situación refleja la indignación pública ante las acusaciones de corrupción que pesan sobre él, en el contexto de la denominada trama PSOE.
Cerdán llegó en taxi a su comparecencia, acompañado por su abogado, Benet Salellas. A pesar de la presión mediática y la presencia de manifestantes, el ex dirigente socialista no realizó ninguna declaración pública mientras se dirigía al tribunal. Su comparecencia se produce en un momento crítico, ya que está imputado tras un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que lo sitúa en el centro de una presunta trama de cobro de comisiones a cambio de contratos de obra pública.
### Contexto de la Acusación
La trama en la que se ve envuelto Cerdán ha generado un gran revuelo en la política española. Junto a él, también están implicados otros miembros destacados del PSOE, como José Luis Ábalos, quien fue su antecesor en el cargo de secretario de Organización. La investigación se centra en la relación de Cerdán con la empresa Servinabar, que ha sido objeto de atención por recibir contratos millonarios del Gobierno de Navarra. Se ha descubierto que Cerdán adquirió el 45% de esta empresa en 2016 por una suma irrisoria de 6.000 euros, lo que ha levantado sospechas sobre la legalidad de dicha transacción.
La UCO ha presentado audios que supuestamente implican a Cerdán en la negociación de comisiones, lo que ha llevado a la fiscalía a solicitar su prisión sin fianza. La gravedad de las acusaciones ha puesto en jaque no solo su carrera política, sino también la imagen del PSOE, que ha estado lidiando con varios escándalos de corrupción en los últimos años.
### La Declaración de Cerdán
La declaración de Santos Cerdán ante el Tribunal Supremo es uno de los momentos más esperados de este proceso. Se espera que su testimonio aborde las acusaciones en su contra y su relación con los audios que han salido a la luz. A pesar de que ha manifestado en varias ocasiones que no se reconoce en los audios, su declaración podría ser crucial para determinar su futuro legal.
El juez Leopoldo Puente, encargado del caso, había ofrecido a Cerdán la posibilidad de declarar voluntariamente el 25 de junio, pero la renuncia del ex secretario como diputado le permitió ser citado directamente como imputado. Esto ha acelerado el proceso judicial, y su declaración se ha fijado para el 30 de junio, lo que ha generado una gran expectación mediática.
Cerdán había solicitado que su declaración fuera retransmitida en directo, pero esta petición fue rechazada por el juez, quien argumentó que es «inconciliable» con el artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que la fase de instrucción de una causa debe ser secreta hasta que se abra juicio oral. Esta decisión ha sido vista como un intento de proteger la integridad del proceso judicial y evitar la influencia de la opinión pública en el mismo.
La situación de Cerdán es un reflejo de la crisis que atraviesa el PSOE, que ha visto cómo varios de sus miembros han sido implicados en casos de corrupción en los últimos años. La presión sobre el partido es intensa, y la respuesta de sus líderes ante estos escándalos será clave para su futuro político. La declaración de Cerdán podría ser un punto de inflexión, no solo para su carrera, sino también para la percepción pública del PSOE en un momento en que la confianza en las instituciones está en juego.