Malcolm X, conocido originalmente como Malcolm Little, es una figura emblemática en la historia de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Nacido el 19 de mayo de 1925 en Omaha, Nebraska, su vida estuvo marcada por la tragedia desde una edad temprana. Su padre, un predicador baptista, fue asesinado cuando Malcolm tenía solo seis años, y su madre fue internada en un hospital psiquiátrico, lo que llevó a que él y sus hermanos fueran colocados en hogares de acogida. A pesar de las adversidades, Malcolm mostró un gran potencial académico, pero su sueño de convertirse en abogado fue desalentado por un maestro que le dijo que no era un objetivo realista para un negro.
### La Transformación en Activista
En 1941, Malcolm abandonó la escuela secundaria y se trasladó a Nueva York, donde se vio envuelto en actividades delictivas. Fue encarcelado en 1946, y fue en prisión donde su vida dio un giro radical. Allí conoció a un miembro de la Nación del Islam, quien le introdujo en las enseñanzas de esta organización que promovía la autosuficiencia y la separación de los afroamericanos de la sociedad blanca. Al salir de prisión en 1952, Malcolm adoptó el apellido «X» para simbolizar su identidad perdida y se convirtió en un líder destacado de la Nación del Islam.
Su oratoria apasionada y su enfoque directo sobre la violencia y la resistencia lo convirtieron en una figura polarizadora. Mientras que muchos lo veían como un defensor de los derechos de los afroamericanos, otros lo consideraban una amenaza. Su famoso discurso, «La no violencia está bien, mientras funcione. Cuando es defensa propia, yo lo llamo inteligencia», encapsula su filosofía de lucha. A diferencia de Martin Luther King Jr., quien abogaba por la resistencia no violenta, Malcolm creía que la violencia era una respuesta legítima a la opresión.
### El Choque de Ideologías
La relación entre Malcolm X y Martin Luther King Jr. es uno de los aspectos más discutidos de la historia de los derechos civiles. Mientras que King promovía la paz y la integración, Malcolm defendía la separación y la autodefinición. Este choque ideológico no solo reflejaba diferentes estrategias en la lucha por los derechos civiles, sino también la diversidad de experiencias dentro de la comunidad afroamericana. Malcolm criticaba a King por ser demasiado conciliador con el poder blanco, y se refería a él como «el tío Tom del siglo XX».
A medida que la década de 1960 avanzaba, Malcolm comenzó a cuestionar algunas de sus creencias más radicales. Su viaje a La Meca en 1964 fue un punto de inflexión, donde se dio cuenta de que la lucha por los derechos civiles no tenía que estar limitada por la raza. Este viaje le permitió ver a musulmanes de diferentes orígenes étnicos y le ayudó a replantear su visión sobre la raza y la unidad. Sin embargo, su cambio de perspectiva no fue suficiente para apaciguar a sus enemigos.
El 21 de febrero de 1965, mientras se preparaba para dar un discurso en un auditorio de Harlem, Malcolm fue asesinado a tiros. Tres miembros de la Nación del Islam fueron acusados de su asesinato, aunque la controversia sobre su muerte ha perdurado durante décadas. En 2024, sus hijos demandaron al FBI y a la policía de Nueva York, alegando que había manipulación de pruebas en el caso.
Malcolm X dejó un legado que sigue resonando en la lucha por los derechos civiles y la justicia social. Su vida y su muerte simbolizan la complejidad de la lucha por la igualdad y la resistencia contra la opresión. A medida que el mundo continúa enfrentando problemas de racismo y desigualdad, las enseñanzas de Malcolm X siguen siendo relevantes, recordándonos la importancia de la lucha y la resistencia en la búsqueda de la justicia.