La ciudad de Roma se encuentra en un estado de máxima alerta ante la inminente despedida del Papa Francisco, un evento que ha atraído a miles de fieles de todo el mundo. Con la llegada de 135 cardenales y la expectativa de más de 200,000 asistentes al funeral, las autoridades han implementado rigurosas medidas de seguridad para garantizar la seguridad de todos los presentes. El Gobierno italiano ha declarado el Nivel 1 de alerta, lo que implica un despliegue sin precedentes de fuerzas de seguridad en la ciudad.
**Preparativos para el Funeral del Papa Francisco**
El cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco se llevará a cabo en un ambiente de gran expectación. Los cardenales electores, que se alojan en la Casa de Santa Marta, están rodeados de un ambiente de solemnidad y respeto. La Basílica de San Pedro ha sido el epicentro de la actividad, con más de 61,000 personas que han pasado por sus puertas para rendir homenaje al Santo Padre. Las largas colas, que han llegado a extenderse hasta dos kilómetros, han superado todas las previsiones, lo que ha llevado a las autoridades a extender el horario de apertura de la basílica hasta la madrugada en algunos días.
Los fieles, como Mario y Margarita, un matrimonio de Valencia que viajó con sus hijos, han expresado que aunque la multitud puede dificultar la visita a la ciudad, están allí para ser parte de un momento histórico. La seguridad es palpable, con un gran número de policías y agentes de seguridad revisando cada rincón y cada mochila. La combinación de fervor religioso y la necesidad de seguridad ha creado un ambiente único en la Ciudad Eterna.
**Medidas de Seguridad en Roma**
El despliegue de seguridad en Roma es impresionante. Se espera que, para el día del funeral, haya alrededor de 15,000 agentes de seguridad en las calles. Esto incluye a efectivos de la Guardia Suiza y la Gendarmería Vaticana, quienes ya están patrullando la ciudad. Las medidas de seguridad no solo se limitan a la presencia de agentes, sino que también incluyen controles de acceso estrictos, la desconexión de dispositivos electrónicos y el uso de inhibidores de señales para evitar cualquier incidente.
Además, se han desplegado francotiradores en los tejados del Vaticano y se han establecido unidades caninas para la detección de explosivos. Las autoridades han tomado precauciones adicionales, como el control de accesos subterráneos y la vigilancia aérea por parte de cazas militares del Ejército Italiano. Todo este dispositivo de seguridad es una respuesta a la magnitud del evento, que no solo es un adiós a un líder espiritual, sino también un encuentro de dignatarios y líderes mundiales.
El funeral del Papa Francisco no solo será un evento religioso, sino también un acontecimiento político y social que reunirá a figuras como Donald Trump, los reyes de España, y otros líderes internacionales. La logística para manejar a tal cantidad de personas es monumental, y las autoridades están trabajando arduamente para asegurar que todo transcurra sin contratiempos.
Un aspecto notable de esta despedida es que el Papa Francisco no será enterrado en la gruta de los Papas, como es tradición, sino que su cuerpo será trasladado a la basílica de Santa María la Mayor. Este recorrido de casi seis kilómetros estará bajo la vigilancia constante de las fuerzas de seguridad, asegurando que cada paso del proceso sea seguro y respetuoso.
La atmósfera en Roma es de respeto y solemnidad, con miles de personas unidas en su deseo de rendir homenaje a un líder que ha dejado una huella indeleble en la Iglesia y en el mundo. La combinación de fe, historia y seguridad ha transformado a Roma en un lugar de encuentro para aquellos que buscan despedirse del Papa Francisco, un evento que será recordado por generaciones.